22 d’abril 2009

DEFINICIÓN DE PALÍNDROMO COMO TEXTO LITERARIO SIMÉTRICO

(El resumen de este debate, presentado en el 1er Congreso del CPI en Torredembarra, puede leerse en:
http://www.albaiges.com/cpi/icpi/definicionpcomotextoliterariosimetrico.htm)
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Pere Ruiz (Súria) xavi torres (Barcelona) Antoni LLull (Palma de Mallorca) Ignacio de J. Sánchez (Jalisco-México) Juan Pablo Sáez (Argentina) Sylvia Tichauer (Viña del Mar-Chile) Mª José Abia (Baeza) Alberto Abia (Madrid) Jesús LLadó (Igualada) Eladi Erill (L’Ametlla de Mar) Carlos López (Guatemala) Enrique Olmos de Ita (México)  Salvador Jover (Santa Cruz de Tenerife) Markos Gimeno (Eibar) Josefet Fuentes Juan David Giraldo (Colombia)

Pere:
Todo aquel o aquella que haya tenido la paciencia de leer El Caramelo del Sur, ensayo que escribí en 2008 y que ahora sirve como pedal de arranque para este debate, conocerá cual es mi opinión al respecto de la relación que hay entre palíndromo y literatura. Algunas de mis aseveraciones de allí dicen:
  • El palíndromo es Poesía, de ella nace y en ella habita.
  • ¿No es acaso la poesía un hermoso juego de palabras?
  • Definámoslo pues, sin pudor alguno, (al palíndromo) como un texto literario de disposición simétrica.

xavi:
Cualquier palíndromo bien expresado, coherente en su contenido y construido a partir de algo más que darle la vuelta a una palabra o expresión, es literatura. Y lo es, más allá de su belleza o universalidad, básicamente por ese carácter simétrico que le infiere un valor estético indiscutible. La simetría, unida a las condiciones antes citadas, hace que la frase palindrómica sea una obra de arte cuyo modo de expresión es el lenguaje escrito.
Si nos atenemos a la definición que aparece en el DRAE, un palíndromo es tan sólo esto:

palíndromo.
(Del gr. πάλιν, de nuevo, y δρόμος, carrera).
1. m. Palabra o frase que se lee igual de izquierda a derecha, que de derecha a izquierda; p. ej., anilina; dábale arroz a la zorra el abad.

y estoy con Pere en que deberíamos, entre todos, dilucidar si no merece, al menos una segunda acepción que diga algo parecido a esto:

 2. m. Texto literario cuyas letras se repiten en el mismo orden cuando es leído en la dirección inversa.

Pero para valorar la necesidad de tal redefinición, debemos estar de acuerdo en qué es y qué no es un texto literario. Siguiendo con el DRAE, leemos en él que la literatura es un “Arte que emplea como medio de expresión una lengua”. Con esa definición quedaría fuera de dudas la calidad de texto literario de nuestras frases capicúas, puesto que la confección de un palíndromo es un arte que hace uso de la lengua escrita. Aún así, hay muchas otras definiciones más restrictivas y mucho más complejas de “texto literario” que podrían llevarnos a dudar de la pertenencia del palíndromo a ese mundo. Quizá, para mucha gente no es más que un ingenioso juego de palabras, esto de construir frases que se leen en las dos direcciones, pero también ésa es una definición cuestionable.

 Antoni Llull:
La segunda definición del palíndromo, "Texto literario cuyas letras se repiten en el mismo orden cuando es leído en la dirección inversa." sólo es aplicable a algunos, generalmente los más largos. Más que textos literarios los veo como juegos de palabras.


Ignacio de Jesús:
No creo que todos los palíndromos sean poesía como afirma Pere (recuerdo el escatológico de Monterroso). Estoy de acuerdo con Xavi en la segunda acepción que propone para la palabra que nos ocupa en el DRAE. 

Habría que empezar por definir que es “un palíndromo bien expresado y coherente en su contenido” y dar ejemplos. La definición de literatura dice: Arte que tiene por objeto la expresión de las ideas y sentimientos por medio de la palabra. El palíndromo forma parte sin duda de la literatura, pero hay literatura buena y mala; es aquí donde entra el criterio para definir el valor de un texto literario. Lo que para una cultura tiene valor no lo tiene para otra, lo mismo ha ocurrido de una época a otra. Nos encontramos con escritores menospreciados por sus contemporáneos que fueron revalorados mas tarde y hoy ocupan un lugar destacado en la literatura contemporánea. ¿Qué palíndromos tienen valor literario?  “EFÍMERO LLORÉ MI FE” lo tiene para mí a pesar de haber sido creado agregándole solo una letra a la palabra efímero. Es una frase poética. El valor literario radica en si determinado texto me dice algo, no en su extensión o artificio (poemas de determinada rima y metro forzado o pequeñas obras teatrales que abusan de neologismos y repeticiones).  Y si me lo dice en una forma metafórica mejor, encuentro más riqueza. Noé Jítrik, crítico argentino dijo en una conferencia “porqué nadie lee a los poetas…¿Quién tiene la culpa de que casi no se lea poesía? Y el mismo respondió: ¡los poetas, porque nadie les entiende! Un palíndromo comprensible por cualquier persona y que le comunica algo, tiene valor literario. Gracias al infatigable Pere y al entusiasta Xavi por su invitación y a todos los amigos palindromistas que participen y me aclaren el panorama de éste interesante debate.

Juan Pablo Sáez Gil:
Si bien soy un enérgico defensor de la inclusión de la palindromía en la literatura (y viceversa, como debe ser), no estoy aún convencido que sea adecuado agregar una segunda acepción, de connotaciones literarias, a la definición de palíndromo.
En primer lugar porque, creo yo, el palíndromo define una característica particular de un texto de cualquier tipo, por lo cual sería un concepto demasiado amplio para restringirlo a un campo específico. Pienso que sería más adecuado, llamar a este tipo de texto, “palíndromo literario”, “palíndromo poético”, etc., y así el concepto estaría abierto a nuevas subdenominaciones de todo tipo, como ser “palíndromos científicos”, “palíndromos lúdicos”, “palíndromos humorísticos”, “palíndromos visuales”, etc. Y en caso de precisar una inclusión en el DRAE, creo yo, sería más adecuado, no como segunda acepción (2. m. Texto…), sino como subdefinición (~ literario. 1. m. Texto…).
En segundo lugar, y planteando así mis dudas frente a la inclusión de la definición en el DRAE, creo que el “palíndromo literario” no está lo suficientemente difundido, practicado, estudiado y reconocido, como para merecer una definición de la RAE. Admito mi ignorancia respecto a la cantidad de palíndromos, palindromistas y publicaciones palindrómicas con tendencias literarias, pero creería que todavía es muy escasa.
De estas reflexiones me surgen dos comentarios para concluir:
En primer lugar, la posibilidad de utilizar, términos alternativos de tipo lúdico, cariñoso y sin mayores pretensiones, ante esta evidente ausencia de definiciones que son necesarias para los que estamos en el ambiente, pero probablemente muy insignificantes y completamente inútiles para la gran mayoría de los hispano-hablantes. (Por ejemplo, a mí particularmente, y en el contexto de mis pasatiempos lúdico-literarios, me gusta llamar palindremas a los intentos de poemas palindrómicos.)
Finalmente, aprovechando este ingenioso espacio de debate, deseo hacer más enérgico mi aliento a todos los palindromistas a la exploración en el campo literario, de modo que esta nueva definición que se propone se torne innegablemente necesaria, llegando a ser de uso cotidiano en los ambientes literarios y lingüísticos. Veo en potencia posibilidades asombrosas teniendo en cuenta la capacidad e ingenio de los miembros del CPI y la existencia de un grupo donde nacen grandes debates y proyectos intelectuales en un ambiente cálido y amistoso, lo cual multiplica de manera exponencial aquellas posibilidades.
Agradezco y felicito a Xavi y Pere por esta idea, que es muy interesante, necesaria y motivadora.

Sylvia Tichauer:
En primer lugar debo confesar que no he leído libros sobre palíndromos, a excepción del libro "Nueva picardía palindrómica" que Willy de Winter tuvo la amabilidad de regalarme en el encuentro en Igualada, en marzo del 2008. Tampoco sé de la historia de los palíndromos ni de sus comienzos. Así que mis comentarios son de orden puramente intuitivo.
Como la definición de Literatura es: arte que emplea como instrumento la palabra, podemos decir que un palíndromo es parte de la literatura. Pero no necesariamente de la poesía.

Poesía: es la manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra. Poesía es una expresión que alude a los sentimientos y no todos los palíndromos tienen esa connotación.
Por ejemplo:
Zorra, "Rice" debe decir "Arroz", de Willy de Winter (página 33 en Nueva Picardía Palindrómica) es un palíndromo muy interesante, explicativo pero que no alude a ningún sentimiento.
O este otro de Willy de Winter (página 111 de la misma obra):
"Yo, Herculano, lucro poco....Por culona lucré hoy", más bien explica una acción.
O el excelente palíndromo de Xavi Torres (Semagames 80, página 7)
- SÉ VER LA "EnE", SE VE "u"
- ¿QUÉ VES?
- "EnE" AL REVÉS.
no denota exactamente un sentimiento.
Tampoco el de Julio Cortázar, en "Satarsa" cuando escribe "Atar a la rata".  Yo sólo veo la acción de sujetar con alguna ligadura al animal.

Puede ser que en los inicios los palíndromos comenzaron con la poesía, pero no me parece que un Palíndromo SEA POESÍA como sugiere Pere, aunque algunos palíndromos puedan ser poéticos, pero no todos. Creo que para escribir poesía se requiere de un talento y una predisposición especial, que no es exactamente la misma que se requiere para escribir palíndromos. Se puede ser un buen poeta sin ser un palindromista y se puede ser un buen palindromista sin ser un poeta, aunque en ambos casos usen de la palabra. Y se me ocurre un ejemplo análogo: se puede ser un buen locutor sin ser un músico y se puede ser un excelente músico sin ser un locutor, aunque en ambos casos se use del sonido.

Estoy de acuerdo con Xavi, que podríamos darle al palíndromo la acepción que él sugiere: Texto literario cuyas letras se repiten en el mismo orden cuando es leído en la dirección inversa.

MJ:
Antes de emprender la búsqueda de una definición más literaria para el palíndromo, digna de ser aceptada por la RAE y recogida posteriormente en el DRAE, sería conveniente que nosotros, los socios del CPI, estuviéramos convencidos de la necesidad de encontrarla.
Nadie mejor que nosotros para saber valorar cada una de nuestras frases simétricas, nacidas del esfuerzo y del ingenio creativo, para saber discernir si merecen o no ser calificadas como pequeñas obras de arte literario. Si no estamos dispuestos a reconocer que esta afición palindrómica es algo más que un juego de palabras, difícilmente vamos a encontrar argumentos que nos acerquen a esa nueva definición buscada.
Tal como yo lo veo, los palíndromos poéticos son literarios, pero no todos los palíndromos son poéticos, ¿quiere esto decir que si no son poéticos no son literarios?  La respuesta está en la definición de “texto literario” que entre todos estamos tratando de delimitar.

Alberto Abia:
Ante todo, felicidades a los padres de esta nueva iniciativa. Me propongo opinar aquí desde la modestia y la sencillez.

Hay una cosa muy importante que no hay que dejar de lado, creo yo, y es que el palíndromo tiene mucho que ver con el juego. Lo que Juan Pablo "esconde" dentro de uno de los tipos de palíndromos es, en mi opinión, el origen de la mayoría de ellos. Sin ese aspecto lúdico, poca o nula sería la razón de ser de él, porque te puedes poner a trabajar ocho horas en sacar una o varias docenas de ellos, pero si algo me ha quedado claro dentro del reducido círculo de palindromistas en el que me he movido hasta ahora, es que "te salen"..., puedes estar un día entero y no aparecer ninguno y en una hora dulce tener en tus manos un puñado de los que más te satisfacen.

Centrándome ya en la pregunta, diré que es difícil hablar exclusivamente de texto literario, no deberíamos olvidar el componente lúdico original. Intentaré abrir más mi mente con los diversos comentarios aquí expuestos.

Ignacio de Jesús:
Los palíndromos no poéticos pertenecen a otro género literario. Sobre la definición de texto literario véase: http://www.auladeletras.net/material/litera.PDF.
Creo todos estarán de acuerdo en que nuestra afición forma parte de la literatura y que existen textos literarios palindrómicos  (diálogos, aforismos, poemas, obras de teatro y un largo etcétera).
Muy ilustrativos los ejemplos de Sylvia, pero hay que tener en cuenta que la definición de poesía es tan escurridiza como lo es la de literatura. Dice el poeta Raúl Aceves :
“Los poemas son como las hojas- que flotan en el aire; pero el viento- es la verdadera poesía de las hojas”. Sí existen locutores que son músicos (Julieta Maron) y poetas que también son palindromistas (en el CPI, hasta donde yo sé, Carlos López y Gilberto Prado). La poesía no alude únicamente a los sentimientos sino también a las ideas.
Sobre lo que dice Juan Pablo pienso que ya está implícito lo literario en lo poético y un palíndromo lúdico puede ser al mismo tiempo humorístico y visual. No comprendo cual entraría en la categoría de científico. El hecho de que el palíndromo literario no esté suficientemente reconocido, difundido y estudiado no creo que sea motivo para no merecer su inclusión en el DRAE. Coincido con él en que debemos explorar el campo literario.

Sylvia Tichauer:
Volviendo al tema, sigo pensando que un poeta no es necesariamente un palindromista y un palindromista no es necesariamente un poeta. Si se dan ambos talentos en una misma persona, tanto mejor, pero no creo que se den en la mayoría de los casos.
Se me ha ocurrido otro ejemplo: un buen acróbata no es necesariamente un buen bailarín y un buen bailarín no es necesariamente un acróbata, aunque ambos usen del movimiento.
Con respecto a la extensión del palíndromo, nunca le he dado mucha importancia a este aspecto, aunque todos dicen que cuanto más largo es el palíndromo, mayor valor tiene. Pero hay palíndromos cortos y muy ingeniosos.
Por ejemplo, en Semagames 77, página 21, Xavi Torres presenta un palíndromo de dos palabras que me fascinó al leerlo: ACAECE ACÁ.
Otro palíndromo corto que se me acaba de ocurrir LOGRÉ VER GOL, tiene sólo tres palabras y probablemente muchas personas ya lo han escrito.
Otro palíndromo que escribió mi hijo Steve, que me ha gustado mucho: AJÍ TRAGA LA LAGARTIJA, tiene sólo cuatro palabras.
Ninguno de los que he mencionado:
ACAECE ACÁ
LOGRÉ VER GOL
AJÍ TRAGA LA LAGARTIJA
es de tipo poético. Por eso sigo pensando que la palindromía no es Poesía, aunque algunos palíndromos puedan considerarse poéticos.

Jesús Lladó:

Ante todo me sumo a las felicitaciones a Pere, por la iniciativa, y a Xavi por llevar a cabo el debate. Pienso que un debate de este tipo, es una fuente de riqueza para aquellos que amamos nuestra afición y queremos estar abiertos al pensamiento de los demás. Si además el ambiente y el talante son los que se respiran, es un placer.

Sin más preámbulos, todo lo expuesto hasta ahora me parece interesante y todas las aportaciones creo que tienen su parte de razón (no es por quedar bien), cosa que me hace aún más difícil el llegar a algún sitio.
Estando de acuerdo con muchos de los comentarios expuestos, el planteamiento inicial de Pere me suscita más preguntas y consideraciones que respuestas.

-           El palíndromo es Poesía, de ella nace y en ella habita.

Sabemos, y sobretodo Pere que ha investigado en este campo, que el palíndromo nace en la poesía, en los griegos. El objetivo de la poesía, entiendo yo, es el de expresar sentimientos, pensamientos, ideas, de forma constrictiva. Es decir, en base a unas normas, que con el tiempo se han ido diluyendo, como el verso y la métrica, todo en pro de la belleza y la musicalidad. Además la poesía ha contado con una serie de recursos que en el caso de los palíndromos (quizás más adecuado en este ámbito sea el término retrógrado), veo más enigmístico, lúdico o esfuerzo del ingenio, que expresivo. Caso parecido sería el del acróstico, cuya función es el de ocultar mensajes en el poema, sean nombres, frases alusivas, etc.. Esto no quita, por supuesto, que un poema palindrómico sea altamente y bellamente expresivo.

Por lo tanto, estaría de acuerdo en que el palíndromo nace en la poesía y que, es evidente, a veces habita en ella, pero lo que no tengo claro es que el palíndromo sea poesía. En todo caso, vería más claro el planteamiento de que el palíndromo puede formar parte de la poesía y que es una herramienta lúdica, ingeniosa para construir tanto poesía como narrativa, sea en forma de poemas, frases sueltas, aforismos, mini-narraciones, etc.

-          ¿No es acaso la poesía un hermoso juego de palabras?

Por supuesto, cualquier uso de la palabra se podría interpretar como juego. Pero no en balde, tanto la poesía como los juegos de palabras están muy bien catalogados y clasificados como tales (véase Verbalia u otros mucho más antiguos).
No obstante, creo que es bastante claro cuando el propósito es jugar con las palabras o cuando lo prioritario es expresarse, aunque a veces se mezclen los dos propósitos.
Aquí creo que la diferencia está en el punto de partida. Es muy distinto tener el propósito de jugar con las palabras y a partir de ahí construir un poema, que tener la voluntad de expresarse mediante un poema y utilizar un recurso como el verso retrógrado.
Por otro lado, coincido con Sylvia cuando dice “un poeta no es necesariamente un palindromista y un palindromista no es necesariamente un poeta. Si se dan ambos talentos en una misma persona, tanto mejor, pero no creo que se den en la mayoría de los casos”.
Yo diría más (y si no recuerdo mal lo comentaba un día a Juan Pablo) para hacer poesía primero hay que tener la necesidad de expresarse poéticamente y segundo hay que conocer muy bien el medio, la herramienta, la versificación y todos sus mecanismos, para después poder expresarse con cualquier métrica o con verso libre. O con palíndromos. Creo que es algo muy serio.
Esto no impide que cualquiera haga sus pinitos en este campo, lo disfrute y hasta lo disfruten los lectores, pero de ahí a considerar cualquier texto como literario creo que hay una distancia. Lo mismo para la narrativa.

- Definámoslo pues, sin pudor alguno, (al palíndromo) como un texto literario de disposición simétrica.

No es para rizar el rizo, pero ¿Qué es literario? Si literario es cualquier texto bien escrito, comprensible y coherente, que expresa una idea, ahí entran infinidad de cosas.
Ahora bien, si literario se considera un texto que reúne todo lo anterior pero además tiene que tener una forma, un contenido, es decir una trama o argumento cuando es narrativo, o una métrica (o verso libre) y la expresión de ideas o sentimientos cuando es poético, ahí entrarían muy pocos textos y, por lo tanto, muy pocos palíndromos.
Como muy bien dice Ignacio de Jesús,hay que tener en cuenta que la definición de poesía es tan escurridiza como lo es la de literatura”. Y yo añadiría la del arte.

Por esta razón, si tan difícil es definir literatura y poesía, como no va a serlo definir el palíndromo como texto literario.

En definitiva, tengo muchas dudas en este sentido. ¿Dónde empieza un texto a ser literario? ¿Se considera literario un texto, palíndromo o no, por el mero hecho de pertenecer a un género? ¿Se considera literario en base a una calidad? ¿Qué calidad?

Para establecer que el palíndromo es un texto literario, primero tendremos que estar de acuerdo en que es literatura y arte. ¿Es posible?

Actualmente hay una gran profusión de blogs en internet y sigo habitualmente algunos. Os aseguro, que si consideramos literario “cualquier texto bien escrito, comprensible y coherente, hasta bello, que expresa ideas, sentimientos, pensamientos”, hay muchos que corresponden a este patrón. ¿Quiere decir que estos blogs son literatura?

Ignacio de Jesús dice, “No creo que todos los palíndromos sean poesía como afirma Pere.” Estoy de acuerdo. No podemos afirmar que el palíndromo es poesía. En todo caso sí que podemos decir que el palíndromo puede formar parte de la poesía, siempre y cuando nos pongamos de acuerdo en qué es poesía.

Cuando Ignacio diceEl palíndromo forma parte sin duda de la literatura” estamos de acuerdo. Sin duda, hay muestras, pero no quiere decir forzosamente que el palíndromo sea literatura. Forma parte de ella como recurso, herramienta, juego.

Sigo coincidiendo con él cuando más adelante expone pero hay literatura buena y mala; es aquí donde entra el criterio para definir el valor de un texto literario. Lo que para una cultura tiene valor no lo tiene para otra, lo mismo ha ocurrido de una época a otra. Nos encontramos con escritores menospreciados por sus contemporáneos que fueron revalorados mas tarde y hoy ocupan un lugar destacado en la literatura contemporánea. ¿Qué palíndromos tienen valor literario?  “EFÍMERO LLORÉ MI FE” lo tiene para mí a pesar de haber sido creado agregándole solo una letra a la palabra efímero.

Pero cuando dice “Un palíndromo comprensible por cualquier persona y que le comunica algo, tiene valor literario” me pregunto ¿El mero hecho de comunicar ya es literatura?

En fin, disculpad la extensión de mis consideraciones. Soy consciente de mis limitaciones en cuanto a teoría literaria pero me gusta debatir estos temas. A ver si de esto sale algo claro, pero veo muy complejo el hecho de llegar a conclusiones.

Como he dicho en muchas ocasiones, para mí los palíndromos representan muchas cosas, pero de entrada no los uso como medio de expresión, sino como juego verbal, intelectual, lo cual no quita que intente elaborar frases expresivas.

Pere:
El palíndromo es Poesía, de ella nace y en ella habita. Reconozco la doble intención de tal aseveración y la mantengo de todas todas. No hay más que mencionar los primeros palíndromos que se conocen en castellano, aquellos que dicen:
Ola moro moro malo.
No tardes y sed ratón.
No desseo esse don,
y que datan del año 1561 y pertenecen a un Cancionero poético llamado Sarao de Amor, de Juan Timoneda. Digo que si estos palíndromos forman parte de una obra poética y forman tres versos octosílabos perfectos, está claro que forman una estrofa o pequeño poema. Así pues, siendo los primeros, está visto que El palíndromo es Poesía, de ella nace…
Para apoyar más esta idea, no hay más que leer los antiguos manuales de poética, donde queda patente que el palíndromo es una de las muchas figuras retóricas que pueden formar parte del poema. Así como la metáfora sigue usándose por los poetas del S. XXI, es evidente que con el palíndromo prácticamente esto no ocurre. Pero eso es precisamente por la dificultad que entraña en sí mismo el hecho de construir  una frase simétrica, como, para además, añadirle otras constricciones como la de la rima, la métrica o el ritmo. Ocurre por suerte que a falta de Metaforistas (buscadores de metáforas) fuera del trabajo de poeta, existen Palindromistas. Por mucho que el inventado metaforista pensara que no escribe poesía, seguramente sabría que está muy cerca de ella e incluso que su oficio nace y habita en la misma. El palíndromo, pues, no está mucho más allá que la metáfora.
Antoni LLull lo ve más que como literatura, como un juego de palabras. Antes que nada digo que esta diferenciación no tiene más trascendencia  para el palíndromo en una u otra calificación, desde el punto de vista de que todo autor teatral, novelista o poeta, lo que hace no es otra cosa que, bajo una justificación literaria, jugar con el lenguaje, jugar con las palabras y elegir en cada momento las que cree adecuadas a su intención para transmitir un mensaje, expresar una idea o montar un diálogo. Si creyera que el palindromista no puede hacer eso mismo, pensaría que es simplemente un buscador de casualidades.
Quizás a los mismos palindromistas, escritores conformistas, nos ocurra con nuestra obra tal como comenta mi gran amigo mexicano Ignacio de Jesús, con los poetas, citando a Jítrik: “por qué nadie lee a los poetas… ¿Quién tiene la culpa de que casi no se lea poesía? Y el mismo respondió: ¡los poetas, porque nadie les entiende! Y tiene toda la razón y en ese sentido el palindromista tiene tanto camino por recorrer como los  propios poetas. Sólo me refiero a la calidad de la obra palindrómica, e incido un poco más en ella, dando mi brazo al genial ingenioso Juan Pablo cuando dice: deseo hacer más enérgico mi aliento a todos los palindromistas a la exploración en el campo literario, de modo que esta nueva definición que se propone se torne innegablemente necesaria, llegando a ser de uso cotidiano en los ambientes literarios y lingüísticos.
Y ya acabo. Estoy de acuerdo con Sylvia: Acaece acá es en sí mismo una maravilla simétrica y se puede denominar palíndromo. Pero, ¿Quién me puede negar que la siguiente frase, escrita por Antonio Mateo en 1837, no es un hermoso verso endecasílabo?:
Dábale arroz a la zorra el abad.

xavi:
En primer lugar, quiero agradecer a todo el mundo su colaboración aquí, al igual que las muestras de apoyo recibidas y el ánimo constructivo con el que se está desarrollando este debate.

Ignacio de Jesús dice que habría que empezar por definir qué es un palíndromo bien expresado y coherente en su contenido; en cuanto a eso yo, particularmente no tengo muchas dudas, me refiero así a una frase bien construida y clara en su mensaje. Tengo un concepto muy amplio de lo que es literatura, concepto que no parece convencer tampoco a Jesús Lladó, pues para mí lo es todo aquello que está expresado con arte, es decir, un texto que ha sido compuesto desde la subjetividad y, o bien le sugiere algo al lector, o está narrado con destreza y es bello estéticamente, o ambas cosas. Para mí, el palíndromo, si es bueno en cuanto a su contenido, cumple perfectamente con la condición estética necesaria para ser considerado arte, pues es simétrico y eso causa emoción, por mínima que sea, en quien lo lee.

Antoni Llull afirma que él ve la mayoría de los palíndromos como juegos de palabras, sobre todo los cortos. También Alberto destaca, por encima de todo lo demás, su carácter lúdico. Ciertamente lo son, son juegos de palabras, pero no veo yo que eso se contradiga con su valor literario, si no es que entendemos la literatura como algo más sublime de cómo yo, sin ser nada docto en el tema, la entiendo.

Se pregunta Juan Pablo Sáez Gil si sería adecuado agregar una segunda acepción a la definición de palíndromo y nos habla de diferentes tipos de palíndromos posibles, aparte de los literarios. Pero es que yo entiendo que todos los buenos palíndromos son literarios, aunque hablen de productores de cine (A IRANÍ, CORTA PELI LE PATROCINARÍA, de Eladi Erill), pues son obras de arte; en ellos, el lenguaje es modelado por tal de formar una frase simétrica.

La mayoría de los que estamos participando en este debate (Ignacio de Jesús, Juan Pablo, Sylvia, MJ, Jesús y yo mismo) coincidimos en que un palíndromo, entre otras muchas cosas, puede ser poético; sin embargo, sólo Pere Ruiz afirma que el palíndromo es poesía. A él, cuando dice “El palíndromo es Poesía”, yo le diría que sería mucho más cierta la frase “Hay palíndromos que son poesía”, pese a que en otros tiempos estuvieran, parece, limitados a ese campo de la literatura. Su relación con la poesía métrica si es, en cambio, muy clara, pero sólo por la constricción formal que en unos impone la simetría y en la otra la rima.

En cuanto a proponerlo a la RAE como subdefinición y no como acepción, tal y como prefiere Juan Pablo Sáez Gil, sigo opinando que es mejor una segunda acepción que haga ver que esa palabra se aplica también a otro tipo de frases capicúas, a las que realmente nos ocupan aquí y no son un simple “anilina”. Creo, y con eso respondo a María José, que esa segunda acepción sí se hace necesaria para que no sean todos metidos en el mismo saco.

Por último, muchos palíndromos podrían encajar en la definición que puede leerse en http://www.auladeletras.net/material/litera.PDF, el documento que nos ha proporcionado Ignacio de Jesús, aunque yo me quedaría, para el propósito que aquí nos mueve, con la sencilla definición de literatura que leemos en el DRAE, puesto que es a ese diccionario al que hemos de llegar (si queremos, claro).

Juan Pablo Sáez Gil:
Debo admitir que la diversidad de opiniones tan bien vertidas en este debate me van haciendo replantear mis opiniones a medida que aquel avanza, y lo único que tengo cada vez más claro es la amplitud del término “palíndromo” y la ambigüedad del termino “literario”. Por ello, también veo muy complicado consensuar conclusiones.
De cualquier manera sigo sosteniendo que un palíndromo no es necesariamente literatura, por el solo hecho de que aquel término en cuestión es tan abarcativo que designa, no solo esas bellas producciones que tanto nos agrada leer, sino también palabras sueltas que definitivamente no son arte (según conceptualiza la RAE), que no exigen ingenio ni intención y que no cumplen con ninguno de los requisitos según texto citado por Ignacio de Jesús (voluntad de originalidad, voluntad artística, finalidad estética, etc.).
De cualquier manera soy consciente que mi opinión la fundamento desde el actual concepto de palíndromo, y no desde el nuevo concepto que se propone, que es precisamente lo que da vida al presente debate y que, creo yo, puede abrir paso a confusiones y enredos. Pues, para analizar este concepto como segunda acepción sería necesario dejar de lado la primer acepción. Por lo tanto, la existencia de palíndromos no literarios no invalidaría este nuevo concepto, sino, por el contrario, dicho palídromo no-literario quedaría fuera del alcance de este concepto. No sé si logro explicarme, lo figuro de otro modo: ¿Es “Menem” un palíndromo? Desde la primera acepción, sí lo es; desde la segunda, no.
Desde aquí, según veo, lo importante sería, primero, pensar si este nuevo concepto es realmente necesario o si es aún prescindible (ya sea por estar implícita en el primero o por ser poco frecuente). Yo creo que es sumamente necesario, porque, debo confesarlo, no me agrada demasiado que el término palíndromo designe a una obra fruto de mi mayor esfuerzo, y, al mismo tiempo, a palabras sueltas que el azar ha estructurado simétricamente. La existencia misma de este debate, creo yo, ya justifica la necesidad de este concepto.
El segundo punto que me veo obligado a pensar (asumiendo ya la necesidad del concepto), es su inclusión en el diccionario de la RAE. Desconozco los métodos y las exigencias para la admisión de palabras o nuevas acepciones al diccionario, pero creo que tienen que ver con la frecuencia de uso, la cantidad de lugares o personas que lo usan y la cantidad de publicaciones o registros materiales donde aparecen. En ese sentido creería que el uso de “palíndromo” como texto literario no está lo suficientemente aceptado, difundido y publicado como para ser admitido por la RAE. Si alguien conoce dichas exigencias de la RAE sería interesante compartirlas, ya que es un ponto fundamental de este debate.
Finalmente, el punto a considerar creo que sería, admitiendo la necesidad del concepto, determinar si esta nueva acepción debe estar ligada al término “palíndromo” o a un nuevo término. Para evitar confusiones y ganar claridad yo optaría por una nueva palabra que designe al palíndromo literario (el término “symmys” probablemente pueda estar más cerca de la acepción propuesta, o el neologismo “fillograma” que vanidosamente propuso Juan Filloy, o tantos otros). Pero también amito que cambiar una palabra de un uso tan frecuente, especialmente para los que están en el ambiente desde hace mucho tiempo, sería molesto y complicado, por lo que sería más adecuado ligar el concepto a la misma palabra “palíndromo”, aunque sea finalmente un poco ambiguo.
Al caso se me ocurre como ejemplo acudir a la “rima”. La rima, a mi modo de ver, no necesariamente tiene que ser poesía, ya que un jingle publicitario puede tener rima sin ser por ello poesía, o incluso puede haber nombres propios con rima (San Juan, Jorge L. Borges, etc.). Pero aún así, la tercera acepción de “rima” en el DRAE es “composición en verso, del género lírico”. De modo que San Juan, ¿es rima? Sí y no. Desde el punto en que se lo vea. Por lo tanto, si admitimos la segunda acepción propuesta: ¿un palíndromo, es un texto literario? Sí y no.
Mis conclusiones (al menos por el momento): 1. Es necesario el concepto propuesto por Pere y Xavi. 2. Me inclino más a pensar que debe estar ligado a un nuevo término, aunque admito que puede ser más adecuado estar incluido en el término “palíndromo”. 3. No creo que se pueda pretender una admisión de la RAE por el momento, pero desde CPI es posible difundir el lado literario de la palindromía lo suficiente como para lograrlo en no mucho tiempo (y por fortuna creo que se lo está logrando lentamente).
Excelente debate y excelentes opiniones todas. Espero que produzca conclusiones y consensos que nos sigan enriqueciendo a todos.



Sylvia Tichauer:
Al igual que Jesús, y como dije anteriormente, no tengo claro que el palíndromo SEA POESÍA, sino que forma parte de ella y tiene sus orígenes en ella y hay que reconocer que hay algunos palíndromos poéticos.
Igualmente no podemos afirmar que un palíndromo SEA LITERATURA hasta que definamos con toda claridad y estemos todos de acuerdo en qué es un texto literario. Pero quizás podamos decir que el palíndromo SEA ARTE, pues según la definición del Diccionario de
la Real Academia Española ARTE (del latín ars, artis) es la virtud, disposición y habilidad para hacer una cosa. Y ARTISTA es la persona dotada de la virtud y disposición necesarias para alguna de las bellas artes, de modo que un palindromista es un artista, del momento que crea palíndromos.
Pienso que el palíndromo es ARTE LÚDICO, pues nadie duda de que se trata de un juego de palabras, "un jeu de mots" como lo dijera
Jesús en una ocasión.. Y puede ser más o menos sofisticado según el resultado, si es breve o largo y del tipo que sea: palíndromo poético, gastronómico, etílico, pornográfico, descriptivo, explicativo, bilingüe, expresión de una acción, etc.


Jesús Lladó:
     La concepción de arte o literatura de Xavi, no es que no me convenza. Lo que intentaba expresar es que la concepción de lo artístico y lo literario ha variado tanto a lo largo de la historia, y la apreciación de ello es tan subjetiva, que considero altamente escurridiza cualquier definición. Mi contacto con el mundo de la música, por profesión, me ha proporcionado miles de ejemplos que  corroboran lo mismo. En lo que si estoy de acuerdo es cuando dice que tiene un concepto muy amplio de la literatura. Yo también, en el sentido que ahí pueden entrar muchísimas cosas. Por lo tanto, todas estas consideraciones me llevan a hacer más preguntas.
     ¿No será cualquier definición cualitativa una constricción? ¿Es necesario definir el palíndromo más allá de lo que “físicamente” es? Si decimos que el palíndromo es poseía, ¿Estamos diciendo que todo lo que es palíndromo es poesía? Si no es así, ¿Cuáles son poesía y cuáles no? Luego, si finalmente determinamos cuales son poesía, por una cuestión de lógica, el resto no seran palíndromos, porque previamente hemos dicho que el palíndromo es poesía.
Lo mismo si decidimos definir el palíndromo como texto literario.
Pienso que estaremos mucho más cerca de lo real, si consideramos, o definimos al palíndromo como un mecanismo, recurso (ahí podemos buscar la palabra más adecuada), artificio (es la que me gusta más) de lectura longitudinal (véase Verbalia) que consiste en palabras o frases que se leen izq.... que es usado tanto en la poesía como en la narrativa. Si no gustan los términos técnicos, tipo los que he escrito, también me gusta “texto simétrico”, o de “estructura simétrica”.

Claro, ya sé que se puede pensar que hasta ahí ya hemos llegado y que para este viaje no hacían falta alforjas, y que precisamente este debate es para ir más allá de esto. No, en absoluto, pienso que el debate es interesantísimo. Pero insisto, ¿Es necesario redefinir el palíndromo?

Si lo que se pretende es darle un lugar en la literatura, creo que ya tiene sus pequeños espacios. Ya no hablemos del espacio que ha ido ocupando en los tratados o libros de juegos de palabras. De simplemente mencionarse en diccionarios o en tratados, hemos pasado a la publicación de libros enteros. No hay más que ver el uso que han hecho de él muchos literatos; no hay más que ver la cantidad de libros de palíndromos publicados, tanto poéticos como no. Por supuesto, siempre muy minoritario; uno más de sus encantos, a mi parecer. No quiero ni imaginarme una profusión de palíndromos en la prensa al igual que los crucigramas u otros juegos. Creo que llegaría a aborrecerlos.
Si lo que pretendemos es elevar de categoría, o dignificar, al palíndromo, pienso que por si solo ya es suficientemente digno en todas sus formas y variantes. Y su categoría dentro del ámbito de la ludolingüística más alta no puede ser.

Conclusiones:

-           De acuerdo en que el palíndromo nace en la poesía, mientras no se demuestre lo contrario. (No lo puedo afirmar, pero sospecho que en la época de los griegos el común de los mortales no leía ni escribía. Por lo tanto quienes podían permitirse jugar con la lengua eran precisament los poetas.)
-           De acuerdo que el palíndromo habita en la poesía. Sí, pero también habita en la narrativa, en la frase suelta, en las mini-narraciones, en el juego por el juego, etc...
-           De acuerdo en definir, si es que hay que definirlo, como un texto de disposición simétrica. Ahí lo de literario no lo incluiría por las razones expuestas.
-           La mejor manera de dignificar el palíndromo es lo que estamos haciendo en este debate. Es lo que se está haciendo en el CPI y Semagames, con la publicación regular, desde hace 20 años, de todo tipo de palíndromos y maneras de verlo y vivirlo. Es lo que se está haciendo en pro de su divulgación con la organización de encuentros, congreso y la publicación del libro.
-           Y la mejor manera de “definirlo” es haciéndolo, cada uno a su manera, en frases sueltas, en frases contextuadas, en aforismos, en mini-naraciones, en narraciones, en poemas, etc...

Permitidme, para finalizar, una opinión muy personal, una más, vaya. Sin la más mínima pretensión de erigirme en más experto ni más entendido que nadie. Creo que juntamente con Antoni Llull, de los que participamos en el debate, soy el más veterano en estas lides. He leído miles y miles de palíndromos, decenas y decenas de libros, decenas de webs, revistas, artículos, publicaciones, etc... Hasta ahora, he disfrutado de muchos aspectos de los palíndromos, pero lo que más me ha impactado y me sigue impactando y sorprendiendo, y maravillando, de los palíndromos son algunas frases sueltas (muchas de vosotros). Quizás cientos de ellas, pero frases sueltas, contextuadas o no.
Me han gustado y sorprendido algunos, pocos, poemas (algunos de vosotros). Mini-narraciones, quizás alguna. Narraciones de extensión, ninguna. Con esto no estoy categorizando, ni valorando nada, estoy expresando mis gustos. Estoy esperando sacarme el sombrero (como lo hecho y sigo haciendo ante frases sueltas) ante poemas y narraciones.



xavi:
Releyendo las opiniones de todos, he llegado a la conclusión de que deberíamos dejar ya de hablar de poesía en este debate, pues, a pesar de que Pere mantenga lo contrario, está  claro que, hoy día, no se puede afirmar que el palíndromo es poesía, excepto en el caso de que nos refiramos a determinados textos palindrómicos que sí lo sean. El tema que nos ocupa en este debate es si debemos o no definir a los palíndromos como textos literarios, sea cuál sea el género al que pertenezcan. Sugiero, por tanto, y si no hay más intervenciones al respecto, dar por zanjado este asunto.

De la última intervención de Sylvia, me quedo con su afirmación de que  el palíndromo es ARTE LÚDICO, y añado que, si es arte y su material es la palabra, no puede ser otra cosa que literatura.

Observo también que Jesús Lladó no tendría ningún problema en dejar las cosas como están en el DRAE y que, entre el material existente que ha podido leer (que es muchísimo), prefiere la frase suelta al párrafo o al poema. A mí, sin haber leído tanta cantidad de palíndromos, me pasa algo parecido pero, ¿es que no es literatura esa frase suelta que nos cuenta una pequeña historia, nos sugiere algo o nos conmueve?  

Creo que es necesario poner en claro unas cuestiones.

1.      Antes de definir al palíndromo como un texto literario debemos:
1.1.   Concretar por qué motivos es necesario hacerlo.
1.2.   Consensuar la definición de “Texto literario”.
1.3.   Esclarecer qué tipos de palíndromos podrían estar englobados en esa definición.

2.      Una vez conseguidos esos objetivos, nos quedará:
2.1.   Crear una nueva definición para este tipo de frases.
2.2.   Convenir si debe tratarse de una segunda acepción o de una sub-definición del término ‘Palíndromo’.
2.3.   Presentar a la R.A.E. nuestra propuesta.


El punto 1.1 es uno de los más controvertidos, puesto que hay opiniones diversas. Para mí, la necesidad de definir el palíndromo también como texto literario surge cuando compruebo que todos nuestros esfuerzos en componer buenas frases de ida y vuelta no vienen a conseguir otro resultado, según la RAE, que lo que consigue aquél que se da cuenta de que la palabra “reconocer” es palindrómica. En este punto coincido plenamente con Juan Pablo. Creo que por un lado hay palíndromos, que son textos que se leen igual en ambas direcciones, y, por otro, textos literarios que son palindrómicos, también llamados palíndromos pero sin reconocimiento expreso en el diccionario.

Sobre el apartado 1.2, venimos a coincidir la mayoría en que es muy difícil llegar a un consenso sobre lo que es el texto literario. Al respecto, insisto en proponer que demos por buena la definición que da la RAE, arte que emplea como medio de expresión una lengua, pues es a su diccionario al que podríamos querer llegar.

El punto 1.3 nos recuerda que no todos los palíndromos son literarios, sentencia en la que supongo que todos coincidimos, y propone llegar a un método para discernir cuáles merecen esa denominación. Pienso que sólo podemos hablar de un palíndromo como texto literario si su contenido expresa algo de modo coherente y claro.



Eladi Erill:
Métrica y simétrica. La primera, la RAE la define como arte, la segunda, la simetría, no, es una correspondencia exacta de las partes de un todo.
A veces nos dejamos llevar por lo que implica una definición, decisión arbitraria, siempre.
Me gusta la literatura, no leo toda la poesía que me gustaría y no puedo parar de hacer palíndromos. Dos placeres y un vicio (u otro placer especial), el tercero.  Ello me incapacita para ser neutral, y menos aun objetivo (apasionado soy), pero aún así, allá voy:
El palíndromo es forzoso, si, forzoso. Ineludible, mejor.  Sale (porque sale, así de simple) del ingenio, casualidad que da la causalidad, es decir, efectos insospechados, giros tramas y subtramas, mucha búsqueda y… Eso es lo que no tiene la poesía, esa "búsqueda sin final".  Esa búsqueda amplia no sólo de ausencias (entre otras) como la poesía.
Si hablamos de métrica, aquí el palíndromo acapara todo el espectro de la lengua, pues de límites, casi no hay (no hay). Mucho menos de sentimiento, a no ser el que tiene cualquier padre por su criatura (para sentir algo no has de llorar).
Si la poesía lo que tiene es armonía, equilibrio y ritmo, el palíndromo además requiere la paridad, la igualdad, y porque no, el ritmo que te marca (¿A que es excitante?). Es el espejo en el que se mira el sujeto y ve al predicado.
Dice Jesús que no se llega a nada concreto y yo digo ¡Sí! una cosa queda clara: en el palíndromo necesitas dominar más la palabra. Hablo de las palabras que hay en las palabras: "La palabra dice lo que dice y además más y otra cosa", lo escribió Alexandra Pizarnik, argentina, buena escritora que mal acabó.
Te domina, te somete, tratas de imponer tu rebeldía, acabarlo tú, pero el palíndromo es de doma difícil.
He visto muchas cosas en una palabra, pero tengo que leer al menos un poema para sentir la poesía.
Trato de amigar dos géneros de un mismo padre, la literatura. Pero tienen caracteres distintos, formas de comportarse muy diferentes. Uno se expresa siempre sensible, dolido o amado, triste casi siempre y "midiendo" las palabras: el otro no sabes por dónde te va a salir.( Si, es excitante, no lo dudéis, aunque ya lo sabéis).     
Visitarse, se visitan, aunque poco. El palíndromo poético es un lujo, y es entonces cuando son una sola cosa, solo entonces.
¡A ver que día alguien nos deleita con palíndromos recitados! ¡Un trovador palindrómico!
Estamos hablando de poesía, palindromía, literatura, con cierto aire clasificador, cuando todos ellos se basan en lo mismo con distinto traje, pues concatenan, rimen o no, la esencia de todos los artes escritos, la palabra.
Y ahí quedan, a elegir cuando convenga o apetezca.
Hay que pensar que la célula madre de todo esto tiene abrigo para todos los géneros, no dejar de disfrutar de ninguno, aunque nos gusten mas unos que otros,  porque todos son eso, palabras.

Os felicito a todas y a todos por vuestras estupendas opiniones.











Pere:
Con el permiso de xavi, excelente moderador de este fantástico debate, yo hago la zanja para el binomio poesía-palíndromo, de una forma muy gráfica, espero: Durante la comida me sirvieron agua en la copa del vino. Yo me pregunté: ¿dejó por eso de ser la copa del vino? Es evidente que todas y todos hemos entendido que cuando afirmo que el Palíndromo es Poesía, la metáfora alcanza hasta el mismo punto que cuando decimos, por ejemplo, el Amor es Poesía. Ya sabemos que se pueden hacer palíndromos hasta con las piedras de la calle, pero creo que sigo prefiriendo degustar el vino en la copa del vino. Vale.
La siguiente tabla es un ejercicio a través del cual, de una sola palabra, en mi opinión, se puede llegar hasta la literatura palindrómica. A partir del término Efímero, defino cuatro grupos que engloban diferentes tipos de palíndromos. Creo que es algo mucho más fácil y sencillo que consensuar una definición.
Aunque hoy mismo ha llegado a mis manos un buen libro, escrito por un académico de la lengua: Noticias del reino de Cervantes, usos y abusos del español actual, de Gregorio Salvador, 2007. El Vicedirector de la Real Academia Española dedica en este libro todo un capítulo a los palíndromos, sabe de la existencia de un reducido número de palindromistas y dice que no son tantos como los crucigramistas. Este autor está entre los que definen en el diccionario la palabra palíndromo, pero aquí y ahora nos da una definición algo diferente de aquella más académica; palíndromo: así es como se llama toda expresión que tenga idéntica lectura de izquierda a derecha que de derecha a izquierda. Me gusta eso de “expresión con idéntica lectura”, pues abre el abanico inmensamente a la creatividad palindrómica. La tabla:





Juan Pablo Sáez Gil:
¡Muy bien! Solo comento esta vez para loar el esquema de Pere, como siempre sorprendiendo con su ingenio y originalidad. Es genial (más allá de las posturas que se pueda tener respecto a las categorizaciones y a las definiciones) y bastante ameno. Vengan mis aplausos para Pere.


Ignacio de Jesús:
Muy interesantes las opiniones vertidas. Voy como el salmón: Excelente cuadro el de Pere, útil también para el otro foro de debate. Entiendo la literatura como la ejemplifica Xavi. De los palíndromos creados por Pere partiendo del vocablo efímero, sigo pensando que EFÍMERO LLORÉ MI FE es el más poético y de mayor valor literario (con esto no estoy diciendo que los no poéticos no lo tengan), ya que encuentro repeticiones en EFÍMERO LLORO, LLORÉ MI FE y en EFÍMERO LLORO, PERO LLORÉ MI FE. A los que se desprenden de la palabra DORÉ no les encuentro sentido. El más afortunado de los primeros es: EFÍMERO LLORÓ. AL RECONOCERLA, ORÓ: LLORÉ MI FE. También es interesante por la relación efímero, llorar, clero, fe:
EFÍMERO LLORÉ POR EL CLERO, PERO LLORÉ MI FE. Son igualmente valiosos: EFÍMERO LLORÉ MI FE y EFÍMERO LLORÓ. AL RECONOCERLA, ORÓ: LLORÉ MI FE. Ya que no es la extensión lo que le da calidad a una frase. La Gioconda de Leonardo tiene el mismo valor que La Capilla Sixtina de Miguel Ángel. Y la medalla de un maratonista no vale más que la de un corredor de cien metros planos. Está claro que solo es una muestra de los palíndromos que se pueden crear a partir del la palabra efímero. Se me ocurre: EFÍMERO MORE MI FE y explorando otra veta: SE DIVA: DO, RE, MÍ, FENECEN. ¡EFÍMERO DA VÍDES!  Me agradó la poética intervención de Eladi Erill y comparto sus conclusiones.  Xavi dice que hoy día no se puede afirmar que el palíndromo es poesía, pero reconoce la existencia de textos palindrómicos poéticos al igual que Sylvia.  Jesús admite en sus conclusiones que el palíndromo habita en la poesía, aunque se contradijo antes empleando una premisa falsa. Yo mismo dije que no todos los palíndromos son poesía. Corrijo, debí decir que no todos los palíndromos son poéticos. Si un simple canto rodado de río es poesía, un olmo viejo y una cajita de Olinalá, cómo no va a ser poesía un palíndromo que evoca un sin fin de emociones. Tiene la razón Pere al decir que el palíndromo es poesía y también la tenemos los que decimos que no todos los palíndromos son poéticos. A mí me queda muy claro que el palíndromo es literatura. Y pienso que sí  necesitamos esa segunda acepción para que la gente sepa diferenciar los textos palindrómicos que tienen valor literario y no son una simple ANILINA como dice Xavi.

Antoni LLull:
Querido Xavi: He ido siguiendo el debate sobre si el palíndromo es o no literatura a través de los mensajes que me has enviado, y me reafirmo en mi idea de que el palíndromo, generalmente, no es ni literatura ni poesía, sino un simple juego de palabras. Por ejemplo: ¿puede alguien creer que un palíndromo tan horroroso como ISA ARA RASO; CADA DIA ROZA, ZORAIDA. DA COSA RARA, ASI es literatura o poesía?  ¿O que simples frases como ALLÍ DALE PELADILLA;  NO DESEO ESE DON; ESO, LOCO, LO SÉ pueden tener algún contenido poético? Y aunque se trate de una expresión de considerable longitud, como ¡OJO! CADA NOCHE AL ARCA, LA PALACRA, LA ECHO. ¡NADA COJO! , no creo que tenga entidad para poder ser considerado literatura.
Puedo criticar libremente los citados palíndromos porque son de mi cosecha propia y por lo tanto no hay peligro de que nadie se ofenda.
Un cordial saludo a todos.

xavi:
No le falta razón a Antoni LLull, vistos los ejemplos que nos da. De esos dos palíndromos largos nada diré porque salta a la vista. Pero no así de los cortos, que aunque no dicen nada porque no tienen la suficiente autonomía como para ser un relato, sí son, en cambio, textos inteligibles tocados por la gracia de la simetría (textos con arte, literatura).
Y así pasa con la gran mayoría de palíndromos, que, sin un contexto apropiado, son como frases huérfanas de historia; a veces los veo como posibles puntos de partida para una historia o como el eje central de una novela. Diría que el 99% de los que he leído o compuesto en mi vida, todos esos palíndromos, necesitan un contexto que los justifique.
Y eso es literatura, un arte en el cual el papel del lector es muy importante, tanto como el de quien elabora la frase; sin duda, creará el lector en su mente una situación apropiada en la que se desarrolle una oración como
A Mila, la copa lleno. Como temo soñar, gimlet (cóctel migrañoso) me tomo con ella. Poca la lima.
No me preocuparía yo por la cojera de nuestros buenos palíndromos, hay escritores que no dejan cabo por atar en su relato y no salen de la mediocridad, aún haciendo literatura. Nuestros juegos de palabras están confeccionados buscando la belleza, buscando cerrar el círculo, sea cuál sea su mensaje. Quizás ése sea el lado poético del palindromista y quizá pensando en ello entiendo mejor la afirmación de Pere  y el matiz que da Ignacio de Jesús a sus propias palabras respecto a la correlación palíndromo-poesía.

La tabla de Pere es muy de agradecer, además de por los buenos palíndromos que en ella expone, por el trabajo que se ha tomado en hacerla. Pero se basa en la longitud, y eso, según mi opinión, es una mala medida que no se ajusta a lo que estamos buscando. Si queremos hablar de literatura no debemos tener en cuenta el número de letras, pues caeremos en la incongruencia de catalogar una frase como “Efímero doné ratón. Anotaré: no doré mi fe” entre los textos literarios, cuando es algo totalmente sin sentido, aunque nos esforcemos en hallárselo.

Aprovecho para felicitar a mi amigo Eladi, quien ha hecho una intervención muy personal y vivificadora que da de lleno en la esencia de nuestro arte/juego de palabras.

Gracias a todos, un saludo.

MJ:
Antes, cuando miraba desde fuera un palíndromo, me era del todo indiferente su contenido, me llamaba la atención, eso sí, su sintaxis un tanto peculiar, pero lo que me tenía realmente fascinada era su simetría, esa sucesión de presumidas letras caminando hacia el espejo para contemplar su imagen reflejada en él.
Ahora ya no sé mirarlo desde fuera; él me ha devorado y sólo puedo contemplarlo desde su interior. Ahora, al mismo tiempo que juego y me divierto, utilizo el palíndromo como medio de expresión artística porque el palíndromo es juego y es arte.

Como “hacedora” de frases simétricas pienso que está muy bien que tratemos de buscar una acepción más digna para el palíndromo, que lo enaltezca desde el punto de vista literario y artístico, que de algún modo, reconozca nuestro trabajo creativo y revalorice nuestras más o menos ingeniosas frases simétricas desligándolas de la única acepción que hasta este momento existe.

Muy interesante la tabla que nos ofrece Pere, no obstante, quiero poner de manifiesto, al igual que Xavi, que el valor literario de un palíndromo no depende de la longitud del mismo; seguramente todos en más de una ocasión hemos intentado alargar una frase que ya teníamos cerrada simétricamente para tratar de mejorarla y lo que hemos conseguido es un galimatías, un sinsentido que no tiene ni pies ni cabeza. Coincidiendo con Ignacio de Jesús, de todas las frases que sirven de ejemplo a este esquema, me quedo con: “EFÍMERO LLORÉ MI FE”, que es sin duda la más literaria, la más poética y que paradójicamente, se trata de un palíndromo casi natural. Cuantas más partes hagamos de un todo, más complicado será encontrar una definición, creo yo, a no ser que lo que pretendamos es definir todas y cada una de las partes individualmente. Yo haría solamente dos apartados: Uno englobaría los palíndromos no literarios y otro los literarios, debiendo centrar nuestro interés en estos últimos.

Ciertamente es muy difícil llegar a un consenso sobre qué palíndromos son susceptibles de ser considerados literarios y en base a eso confeccionar una definición digna, precisa y objetiva. Ése es el objetivo de este debate, eso es lo que estamos tratando de consensuar y estoy segura de que, entre todos, lo conseguiremos.

Saludos a todos.

Pere:
¿Si en lugar de “jugar” con letras y palabras lo hiciésemos con números y cifras, podríamos afirmar que estamos desarrollando nuestra labor  dentro del campo de las Matemáticas? El presidente del Club palindrómico Internacional, Josep Mª Albaigès es un especialista en la materia y no hay más que ver sus artículos al respecto.

El palíndromo es poesía, es la estructura cristalina de un copo de nieve, es un paisaje, es una máquina industrial y, entre un millón de cosas más, es Matemáticas. Y basta un botón de muestra para comprobar que la belleza, el ingenio e incluso el mensaje, no sólo se ha de buscar en aquellas simetrías que estamos tan acostumbrados a hacer:

1.234.321 x (1+2+3+4+3+2+1)= 4444²  (Josep Mª Albaigès)

Desde mi punto de vista, estos palindromistas numéricos, que no numerosos, tienen claro y bien definido el marco donde trabajan: las Matemáticas Recreativas, la parte más divertida, afable y sorprendente de esta gran ciencia. El trabajo del palindromista que usa palabras forma parte del universo de la Literatura Recreativa, a la que dieron en llamar Ludolingüística, que no es otra cosa que la parte más divertida, afable y sorprendente de la Literatura.

Por supuesto que en un esquema tan efímero como el mío hay buenos y malos palíndromos en cualquiera de los cuatro grupos considerados, pero creo que los que se pueden componer de más valor literario, en general cualquier autor los puede montar, en el último de ellos.

Por supuesto que es excitante y engrescador lo que dice Eladi, por supuesto que invita a zambullirse en busca del orgasmo palindrómico cuando somos conscientes de que estamos ante el espejo en el que se mira el sujeto y ve al predicado. Eladi, puedes dar por hecho que durante el Congreso de Torredembarra habrá recitales de palíndromos y puedes dar por hecho que un servidor se encargará de intentar confundir a los allí presentes sobre si lo que escuchan recitar son palíndromos o versos. (Otra cosa es que sea capaz de contar con el ingenio suficiente como para conseguirlo).

A Antoni le diría que no se atreva tan plácidamente a considerar “horrorosos” algunos de sus palíndromos. Volviendo al símil más fácil, le diré que hay quien considera horrorosa una buena parte de la pintura moderna que se expone en el más famoso museo de Nueva York, que hay quien considera horroroso el arte abstracto o el teatro del absurdo. Estoy convencido de que la sensación que nos transmite a cada uno de nosotros NO DESEO ESE DON  no es la misma. Muchos entendemos que hay mensaje en ese palíndromo, que es la expresión de un sentimiento de dolor e incluso puede parecernos su ritmo, al leerlo en voz alta, que oímos un hermoso repicar de campanas.

Por cierto, ¿podemos decir que los palíndromos son también haikus? Quizás Ignacio de Jesús y Juan Pablo ya lo han demostrado. ¿Verdad?


Eladi Erill:
Ensimismado leyendo el debate, no felicité al hacedor, y causante por tanto, de este constructivo debate: aplaudo a Xavi.
Lo aplaudo por el debate y por dar con una de las palabras claves, el CONTEXTO. Ahí sí que me pillas, pues la poesía conlleva una atmósfera y el palíndromo difícilmente lo tiene. No te tumbas en el sillón a leer un palíndromo, ni te sumerges en el mundo que crea (bueno, no crea nada, salvo el palíndromo) el palindromista. Un ejemplo: si lees "Arias tristes" de Juan Ramón Jiménez, te lleva a un mundo bucólico, brumoso, otoñal, de hojas caídas, amada inalcanzable y corazones rotos. Yo lloré la primera vez que lo leí. No toda la poesía es así, es solo un ejemplo, que quede claro. Este tipo de obras las disfrutas en tu intimidad (aunque puedes leerlas en el metro, allá tú). He probado de crear palíndromos sobre este ambiente y es muy difícil. Una frase (y ya cuesta una frase) no emociona tanto. "ES OTOÑO ¡COÑO! TOSE" es lo más cercano que he logrado sobre sombríos aires otoñales. Ya me diréis que tiene de poético. Ya no os digo sobre MI AMADA, que curiosamente siempre es una DAMA (curiosamente la RAE da varias acepciones, 1) LA MUJER NOBLE DISTINGUIDA, 3) ACOMPAÑANTE, SERVIDORA DE LA SEÑORA PRINCIPAL, 7) aunque irónica...¡CONCUBINA! ( Vale no niego la prostitución en altas esferas, ¡pero no hay tanta ironía!). Y si hablamos del AMOR, debo pasar casi siempre por ROMA ( y no por París),o al caer en los brazos de alguien que acostumbra a llamarse NEREA.
El castellano es el más rico, si, pero tiene un límite; y el palíndromo tiene un añadido, dije antes, la paridad;  y una línea, la sentimental, que difícilmente cruza. ¿Que la poesía, la buena poesía, es sentimiento? Ya lo creo. ¿Qué cuando algo es poético es más bonito? Depende. Puede cansar.
La temática es lo que tiene que aprovechar el palindromista.
El sexo, poco poético (aunque haberlos haylos), es un campo de batalla amplísimo para el palíndromo. Desde nuestro amigo ONÁN, pasando por el pos turismo más académico y llegando a la sodomía ¿ Quién no tiene un palíndromo anal con nuestra querida amiga Ana?
Así, con multitud de temas que la poesía no ¿se atreve? a tocar. A tocar ampliamente, digo.
Sabéis todos lo difícil que es hacer palíndromos humorísticos. En cambio la poesía humorada, que también la hay, quizás no encaja con los cánones de la típica oda. Véase el amor no correspondido, que no hace ninguna gracia.
Si, todo es literatura, porque usa una lengua para expresar, o eso es lo que dice la RAE. Y si con lo que no estamos algunos (
Xavi, apúntame) de acuerdo, es con la definición que hace la, repito, arbitraria academia, de la palabra PALÍNDROMO, será que nos importa ¡Qué legales somos!, ya que es el organismo que legisla y ejecuta lo que está bien o mal de una lengua. ¡Y peor aún! ¡Lo que existe y lo que no!
Pongamos una pica en Flandes, e igual que hubo antipapa, blandamos, agitemos el diccionario, démosles razones decidamos que es y que no es un vocablo aceptable; es más, apliquemos la definición que le demos, pues de lógica, razonamiento y método, veo el debate lleno.
Ya vendrán los tiempos en que se acepte por uso y costumbre, pero alguien debe usarlos con naturalidad y viendo lo enquistada y reticente que es la Academia, no les iría mal un temblor en sus cimientos.

Sylvia Tichauer:
   Cuantas más opiniones se han comentado en el debate, me he vuelto a replantear mis opiniones anteriores y en este momento pienso que estoy de acuerdo con Antoni LLull que ve al palíndromo como juego de palabras más que como texto literario o como poesía, que es lo que sugiere Pere.
La definición de palíndromo: palabra o frase que se lee igual de izquierda a derecha que de derecha a izquierda está bien. Estoy de acuerdo con Jesús cuando dice que el palíndromo es una herramienta lúdica e ingeniosa. No pienso que SEA poesía como sugiere Pere. Forma parte de la literatura como dice Ignacio pero no forzosamente ES literatura como dice Jesús.
Coincido con Jesús cuando comenta que el  palíndromo es un recurso, una herramienta, un juego, un artificio. No sé si es necesario redefinirlo. Podemos decir que el palíndromo es ARTE LÚDICO de texto simétrico o de estructura simétrica, palabras que sugiere Jesús.
También podemos dejar fuera lo de ARTE, si dejamos fuera lo de POESÍA o lo de LITERATURA

   Si el palíndromo ya está definido, ¿para qué volver a redefinirlo?

   Con esto no quiero decir que el debate esté demás. Al contrario. Comentar sobre el tema que nos apasiona, dignificar al palíndromo, conocer diversas opiniones nos enriquece a todos. Mil saludos y muchas felicidades para Xavi.



xavi:

Observo ciertos rasgos que me hacen pensar que el debate está algo enquistado. Es posible que no lleguemos nunca a un acuerdo ni en el primero de los puntos, el más importante que, pensé, deberíamos acordar entre todos. Porque, si bien es verdad que unos vemos necesario cambiar la definición del término “Palíndromo” -Pere Ruiz, Ignacio de J. Sánchez, Juan Pablo Sáez, Mª José Abia, Eladi Erill y xavi torres-, también es cierto que otros de nosotros no ven clara esa necesidad - Antoni LLull, Sylvia Tichauer, Alberto Abia y Jesús LLadó- y que la gran mayoría de quienes reciben este texto no dicen nada al respecto.
Y siento que sea así, sinceramente, porque creo que nuestras frases, aunque causen admiración, tengan ya libros y recopiladores, sean objeto de estudio, motivo de un congreso internacional y, ante todo, un modo único de decir las cosas, merecen algo más que esa definición que leemos en el DRAE. Definición ésta que, por otro lado, es inexacta, pues no se “lee igual de izquierda a derecha”: ‘Efímero lloré mi fe’ “que de derecha a izquierda”: ‘ef im éroll oremífE’… se lee mucho peor.

Carlos López:
Por alusión, participo para agradecer a Ignacio de J. Sánchez que me considere poeta, y a Xavi Torres, pues estoy dentro de la mayoría que no dice nada, pero que considera pobre, por decir lo menos, la definición de palíndromo de la RAE, y necesaria su modificación. Soy malo para definir. Sin embargo, me atrevo a sugerir: «Género literario cuyo valor artístico tiene sentido al leer las mismas letras de izquierda a derecha y de derecha a izquierda con igual significado». Definir cualquier género artístico es más difícil (nadie hasta ahora pudo definir, p.e., qué es poesía) que tratar con palabras más técnicas. Pero si es necesario, hay que entrarle. Ahora, para desanquilosar el debate tal vez conviene que cada uno mande una definición y se vota. Por eso mando la mía, a sabiendas que se puede modificar o eliminar.

Sylvia Tichauer:
No creo tanto en el azar.
Las opiniones vertidas en estos debates son el resultado de una labor mental, de haber pensado, al igual que el hacer de los palíndromos.
Los palíndromos no caen del cielo como el polvo cósmico.
La interesante tabla que presentó Pere también está meditada, independientemente de si consideramos valiosa una clasificación; el número de frases, el número de palabras, el número de letras, su extensión, etc.
Todo esto me trae a la memoria la teoría de Jung que dice que en los eventos humanos nada ocurre en forma accidental o casual.
Si aceptamos esta teoría, entonces podemos decir que no hay palíndromos casuales. Todos y cada uno de ellos son el resultado de una elaboración mental, de un esfuerzo humano por pequeño que sea.

Según comenta Eladi, el palíndromo sale del ingenio, con lo cual estoy totalmente de acuerdo. Valorar un palíndromo es algo muy subjetivo y personal. Tomemos el palíndromo EFÍMERO LLORÉ MI FE. Para algunos palindromistas es un hermoso palíndromo, sugerente, poético, personal, genial, hasta emocionante, diría yo.
Para otros palindromistas EFÍMERO LLORÉ MI FE no tiene mucha gracia porque es voltear la palabra y luego repasar el abecedario con el fin de encontrar la letra adecuada para rematar con éxito la frase simétrica.

xavi;
Por si os parece bien la iniciativa de Carlos López, ahí van las definiciones de Palíndromo que hasta ahora se han barajado en este debate:

  1. Palabra o frase que se lee igual de izquierda a derecha, que de derecha a izquierda.
R.A.E.

  1. Texto literario de disposición simétrica.
Pere Ruiz

  1. Texto literario cuyas letras se repiten en el mismo orden cuando es leído en la dirección inversa.
xavi torres

  1. Género literario cuyo valor artístico tiene sentido al leer las mismas letras de izquierda a derecha y de derecha a izquierda con igual significado.
Carlos López

(Tres de estas definiciones parten de la base de que el palíndromo también puede ser un texto literario, y estarían pensadas, si no me equivoco, como segunda acepción del término o bien, como propone Juan Pablo Sáez Gil, como una subdefinición del mismo.)

MJ:
Puesto que, prácticamente todos los que participamos en este debate, tenemos el convencimiento de la necesidad de una nueva acepción de palíndromo, me parece estupenda la idea propuesta por Carlos López. Así pues, vayamos al grano y que cada uno aporte su definición.
Ahí va la mía. 

Palíndromo: “Juego de palabras que da como resultado un texto literario simétrico.”

Eladi Erill:
Si la definición es de "palíndromo”, obra o composición parecen palabras más ajustadas, aunque no dejaré pasar la ocasión de intentar convertir la palindromía en un Género, como dice Carlos.
Y digo Palíndromía, al pensar en poesía (género) y poema o verso (obra), ya que palíndromo sería la obra y la primera el género.
Aunque la RAE, Pere, define la poesía como: Cada uno de los géneros en que se dividen las obras literarias. Poesía épica, lírica, dramática. Esto académicamente te da la razón, al definirlo como texto literario: el palíndromo es poesía.
Mi opción (Palindromía):
Género literario, de forma y contenido variables, cuyo valor artístico se determina cuando al leerlo de derecha a izquierda dan el mismo significado a la obra.

Palíndromo: composición palindrómica, tanto en prosa como en verso.  


Ignacio de Jesús:
Xavi desde el principio había redefinido el palíndromo atinadamente. Carlos López (¡bienvenido amigo!) opina también que debe modificarse. Ciertamente la RAE confunde con su errónea definición. Por experiencia puedo decir que un alto porcentaje de las personas a las que he mostrado mis palíndromos, leen, no solo de la forma en que ejemplifica nuestro moderador (ef im éroll oremífE), lo hacen palabra por palabra: fe mi lloré efímero. Y no letra por letra como debería de ser. En la redefinición del término se tendría que aclarar éste punto (como ya lo ha hecho Xavi y Carlos) y mencionar la existencia de los palíndromos silábicos, aclarando que se leen sílaba por sílaba y los de palabras, que también los hay, y se leen palabra por palabra. Un ejemplo sería el nombre que pone  el dramaturgo Enrique Olmos de Ita  (recientemente incorporado al CPI) a su blogspot: DRAMA PURO O ¿PURO DRAMA?
Como segunda acepción (donde se habla de texto o género literario) ya se podría votar por una de las tres definiciones hasta hoy propuestas. Mi definición es más explícita pero creo menos afortunada:

Palíndromo: Palabra que leída a la inversa conserva su significado. =  Frase o texto que leído de izquierda a derecha o de derecha a izquierda letra por letra, sin tomar en cuenta: puntuación, signos ortográficos ni la separación de las palabras, tiene el mismo significado. 

= literario: El que además de tener  disposición simétrica pertenece a uno u otro género artístico (poemas, refranes, sentencias, dramas, cuentos, relatos, aforismos, etc.).

Si hemos de votar me quedo con la definición de Xavi por que la encuentro más comprensible para el público (hace hincapié en el orden de las letras). Pero no para definir el palíndromo en general sino el literario.

Antoni LLull:
De las cuatro definiciones, la primera, la del Diccionario de la R.A.E., me parece inexacta. Sólo pueden leerse igualmente en ambas direcciones los palíndromos perfectos, los formados por aquellas frases en las que se dé la circunstancia de que al leerlas en uno y otro sentido no solamente coincida el orden de las letras, sino también los espacios y los acentos gráficos. Los formados por una sola palabra, como la tan repetida ANILINA, o por unas pocas palabras. En estos momentos no recuerdo más que uno, que compuse, en catalán, hace muchos años: SÉ ON NO ÉS, 'sé donde no está', en el que coinciden letras, espacios y hasta acentos. Es muy difícil componer palíndromos con estas características. Ahora me ha venido a la memoria otro, también en catalán, mucho más largo: CLOS SÉ ON SOLC CLOS NO ÉS SOLC 'cercado conozco donde (en el que) surco cerrado no es surco'.  En castellano no he conseguido ninguno de esas características. Se acerca ASÍ ASE ESA ISA, (o ASÍ ASÉ ÉSA, ISA), en el que nos sobra el acento de la primera palabra. La definición primera sirve muy bien para estos, pero no para los normales y corrientes, que entran muy bien en la definición 3ª Texto literario cuyas letras se repiten en el mismo orden cuando es leído en la dirección inversa, al que podría añadirse: sin tener en cuenta acentuación ni espaciado. 

Pere:
Me parece muy buena la idea de avanzar más rápido en el debate. Reconozco que esperaba ansioso una opinión tan ilustrada como la de Carlos López, a quien considero un excelente literato y de quien no hay más que ver su obra y conocer su criterio vital para darse cuenta de que no dice las cosas simplemente por decirlas.
Carlos eleva al palíndromo hasta la consideración de Género Literario. Eso no es una nimiedad, precisamente. Ese es mi mayor deseo y pienso que debería serlo el de cualquier palindromista que se precie, pues Género Literario no es ningún otro Juego de palabras. Géneros Literarios son la Poesía, la Novela o el Teatro y esperar que el Palíndromo pueda estar entre ellos es la mayor aspiración que podemos tener.
Ojalá fuéramos capaces desde el CPI de conseguir esta definición por parte de las Academias de la Lengua y ojalá lleguemos a un consenso democrático que nos ayude a formalizar las peticiones necesarias para conseguir nuestro objetivo, en la Real Academia Española de la Lengua, en el Institut d’Estudis Catalans y en las Academias de la Lengua de Hispanoamérica, por lo menos.
No perdamos de vista las cuatro definiciones que ahora xavi nos presenta juntas, aunque, como no, es posible que vengan otras que no hablen para nada de literatura y tengan también apoyo en el seno del CPI.

Juan Pablo Sáez Gil:
Es decisivo el curso que ha tomado este debate, gracias a la precisa y determinante acotación de Carlos López. Aún así creo que antes de entregarse de lleno a ese camino, es preciso resolver cuestiones previas, como la que puntualizó Pere.
Para poder yo opinar sobre ello y lograr expresarme con mayor claridad, me permito reorganizar la información a mi modo (si acompleja el asunto, no se tenga en cuenta).
Considero que las propuestas en general son tres:
1. Redefinir la actual acepción de palíndromo propuesta por la RAE.
2. Remarcar el carácter literario del palíndromo.
3. Remarcar su carácter lúdico.
En primer lugar concuerdo con las opiniones sobre la “inexactitud” de la definición oficial (al decir de Xavi), teniendo en cuenta las ambigüedades, falencias y errores resaltados por Xavi, Ignacio de Jesús y Antoni LLull; por lo cual sería preciso re-definirla. Pero creo que la acepción principal debe ser lo suficientemente abarcativa, como lo es la actual -aunque inexacta- definición. Remarcar en una acepción única el carácter literario o lúdico de los palíndromos, creo yo, sería excluir de la misma muchísimos palíndromos no-literarios y sin fines lúdicos, como son la mayoría de palabras sueltas y azarosas (quien bautizó Ana a su hija, difícilmente haya pretendido fines lúdicos, y, claramente, no es Ana una obra literaria). Creo que, sencillamente, sobre la actual definición habría que hacer pequeños ajustes.
Estoy convencido de la necesidad de una nueva acepción del palíndromo como texto literario, de lo cual no diré más porque ya comienzan a multiplicarse las propuestas.
Pero asimismo, Jesús, Sylvia y otros, me acabaron por convencer de la necesidad de remarcar el carácter lúdico del palíndromo, frente a lo cual, creo yo, sería necesaria una tercera acepción, en razón de que: (1) no puede ser la única definición (por ser excluyente a algunos palíndromos definitivamente no-lúdicos); (2) no entra en conflicto u oposición con la acepción literaria propuesta, sino, muy por el contrario, la complementa; y (3) no puede estar incluida en una definición lúdico-literaria, porque no haría más que mezclar y confundir campos que, sin bien pueden y suelen ir de la mano, están bien delimitados. En este punto también quisiera solicitar una aclaración a los defensores de esta propuesta, pues, como yo lo entendí, el carácter lúdico haría referencia, más a la palabra “palindromía” (como actividad lúdica), que al “palíndromo” (como juego en sí). De este modo el carácter lúdico habría que buscarlo, quizá, en la definición de la palabra “palindromía”.
Por lo expuesto, mi propuesta sería una reelaboración más precisa de la definición general, sin dejar de ser lo suficientemente abarcativa y clara como lo es actualmente; y, además, agregar dos nuevas acepciones (o subdefiniciones), remarcando el carácter literario y lúdico del palíndromo, ya que ambos “tipos” poseen defensores, razones y obras suficientes como para exigir una acepción, y, al mismo tiempo, independientes entre sí.
En este sentido, y motivado por la opinión de Antoni LLull, incluso podría agregarse una nueva subdefinición que nombre a los “palíndromos perfectos”; aunque admito que son muy poco difundidos y practicados como para pretender la jerarquía que exige la literatura y el juego en la palindromía; tendiendo de este modo, más a una definición enciclopédica, que a una concisa definición de diccionario. Pero acoto en este punto que ellos no son tan poco frecuentes en el español, ya que usando sólo bifrontes se pueden redactar miles, como ser “Ares nada, Atlas salta, Adán será” o “ataca y acude, educa y acata”, etc. (Obviando, por supuesto, la simetría de las letras, que nos acercaría al palíndromo visual).

Definiciones no me atrevo a aportar, pero consciente de las grandes y eruditas facultades de los miembros del CPI, no me cae duda que serán muchas y excelentes, y sobras entre cuales si me atreveré a optar.
Como última acotación (y me excuso por seguir extendiéndome contra mi voluntad), creo que cabría la propuesta (independiente de los objetivos con la RAE) de modificar el artículo de la wikipedia, que por cierto es muy pobre, inexacto y desorganizado; en cuyo caso podrían exponerse todas las facetas y posibilidades del palíndromo. Puede ser un objetivo a corto plazo (por lo sencillo del caso) que vaya promoviendo desde ahora las propuestas aquí vertidas; y, no tengo dudas, no hay, en la lengua hispana, un grupo de especialistas más calificado para dicha tarea que los eruditos del CPI.



Sylvia Tichauer:  
Pienso que definir es una tarea extremadamente difícil.
En la intervención de Carlos López, él dice: "Soy malo para definir".
Yo digo lo mismo: "Soy mala para definir".
Si es "necesario redefinir" al palíndromo como algunos piensan, se me ha ocurrido esta alternativa:

Recurso, herramienta, o artificio de tipo lúdico, que puede ser parte de la narrativa, de la poesía, de un relato, de un texto literario, de algún artículo y que sea de estructura simétrica, o sea, las letras se repiten en el mismo orden cuando es leído en la dirección inversa, sin tomar en cuenta puntuación, signos ortográficos ni la separación de las palabras.

Puede ser que esta definición no sea adecuada, pero está abierta a cualquier objeción o cambio.  

xavi:
Perdonad, pero voy a volver atrás momentáneamente, al punto en que empezamos a discutir si el palíndromo merecía o no entrar en la categoría de texto literario. Quiero hacer un inciso precisamente ahora, que estamos entrando en fase de redefinición del palíndromo, porque creo que es importante.

Desde mi ignorancia sobre las posibles teorías acerca de lo que es la literatura, he estado dándole vueltas a un tema que aún no ha aparecido aquí y quisiera hablar sobre él porque me ha dado mucho que pensar. Hablo de la voluntad del autor. Podemos decir que ésta se ve reflejada en el contenido de todo texto literario; quien escribe algo desea escribirlo, desea escribir eso mismo y no otra cosa, o al menos así me parece. Pero todos sabemos que eso no sucede, en la gran mayoría de los casos, cuando se compone un palíndromo. Sólo en la composición de versos medidos y rimados se da algo parecido a lo que ocurre con nuestro objeto de debate: el autor de aquéllos tiene que buscar palabras que, aunque no sean exactamente las que preferiría emplear, encajen en el poema por su número de silabas y otras que, además, tengan la terminación necesaria para concordar la rima, ya sea asonante o consonante. Pero, aún así, ésa es una muy pequeña constricción comparada con la del palindromista; al fin y al cabo, el poeta acaba siempre diciendo lo que quiere decir. En nuestro caso, rarísimas veces, decimos exactamente lo que queremos, lo que pensamos, lo que sentimos y ni siquiera nuestros personajes se llaman como decidimos ni actúan como nosotros quisiéramos que lo hicieran. Creo que no hay texto literario en el que eso ocurra, en el que la voluntad del autor quede de tal modo anulada y éste cuente algo sin haberse planteado lo que va a decir y, a veces, incluso siendo totalmente contrario o ajeno a lo que está afirmando.

Queda bastante claro para mí, entonces, que da igual si el palíndromo es poético, narrativo, dramático, científico, humorístico, publicitario, etc. Todos ellos quedan al mismo nivel, el contenido de su mensaje es lo de menos (cuando pensamos en equipararlo a un texto literario) puesto que es casi siempre aleatorio y pocas veces fruto de la voluntad expresa de su autor.

Por ejemplo, si un palindromista, desde su fondo más poético quiere hablar de la piel de la persona de quien se siente enamorado, por fuerza tendrá que escribir que leyó algo (LEÍ…. PIEL) o bien hablará de Ipanema, o deberá usar extrañas palabras o abreviaturas. Le queda, claro, hablar de la dermis (con la que aparecerá en escena Mr. Ed) o bien del epitelio, teniendo casi forzosamente que oír y hablar con Leti. Y eso, para mí, si nos atenemos exclusivamente al contenido del texto, no es hacer literatura, es jugar con el lenguaje y nada más. Está claro que puede recurrir a metáforas o giros expresivos para conseguirlo, pero pocas veces logrará su propósito, en este caso comunicar la devoción que siente por la piel de su amada. Aunque si consigue de algún modo sacar una frase clara diciendo lo que deseaba decir, sin añadidos extraños a su voluntad, entonces si podremos hablar de que ha escrito un texto literario.
Se puede objetar a este punto de vista que si el resultado es poesía, o una buena narración, o un texto teatral bien construido, ¿qué más da si es o no fruto de lo que el autor quería decir?, o ¿qué más da si éste pensaba o no comunicarnos algo? Pero es que si pensamos así, también será literatura un anagrama, o cualquier otro texto que surja de jugar con las palabras sin más.

Dicho esto, repito que, a mi parecer, lo único que puede convertir en literarios nuestros textos es la simetría. La del palíndromo no parece más que un intento de poner orden en algo visualmente tan caótico como la disposición de las letras en el texto, pero cuando se logra construir uno, o cuando se lee alguno sabiendo que es una frase capicúa, si además es bueno, nos causa emoción, por pequeña que sea. Conseguir  emocionar con el lenguaje es un arte y, por tanto, es hacer literatura.

Ignacio de Jesús:
Las divagaciones de Xavi nos remarcan el carácter lúdico del palíndromo que creo debería considerarse en la definición. Aterriza coincidiendo con la mayoría en que éste   es Literatura. El poeta también tiene limitaciones (no abundo en ellas para no distraernos del tema), aunque aparentemente parezca que cuenta con toda la libertad del mundo, aún cuando se imponga el rigor de la métrica y la rima. El pintor  también trabaja con determinados formatos y técnicas que implican retos a vencer. Nosotros navegamos por aguas huracanadas pobladas de arrecifes, mas ésta travesía nos emociona aún más, porque desconocemos en qué playa vamos a arribar (aquí entraría lo lúdico). Poetas y pintores llevan una travesía, si se quiere, en línea recta no exenta de dificultades. El palindromista  busca rutas, circunnavega, pero al igual que poetas y pintores llega al arte. No niego que es un arte difícil, pero no comparto que no se pueda uno expresar con toda libertad. Si no puedo utilizar la palabra PIEL ni sus sinónimos porque los vocablos posibles no me agradan recurro a la metáfora. Que es muy difícil, aparentemente sí. Al pintor Alejandro Colunga lo cuestionaban sobre su genialidad, él respondió: yo en realidad hago lo mismo que un mago (prestidigitador), puro truco. ¿Bueno y dónde está el truco? Lo interrogan: No te lo voy a decir, es como preguntarle a un mago cómo hace tal o cual suerte. Si él te lo dijera acabaría la magia, terminó diciendo. Arte y artificio, producto de la dedicación y el esfuerzo, son el sextante que nos lleva a buen puerto.

Estoy de acuerdo con Juan Pablo en que se enriquezca la página de la Wikipedia,  ciertamente tecleo la palabra palíndromo y aparece primero la referencia citada. Coincido con Sylvia y Juan Pablo en mi incapacidad para definir, no así con Carlos, que es un experto en estos asuntos.

Antoni LLull:  
Si alguien quiere transmitir un mensaje predeterminado por la vía del palíndromo, va apañado. Mis experiencias me muestran que el control del autor sobre una de esas composiciones es limitadísimo, por no decir nulo. El autor puede escoger como empezarlo, pero nunca sabe de antemano como va a terminar, ni lo que va a decir.  Vamos a ver. La vía normal es hallar una palabra que vuelta al revés se corresponda con otra. Después, para hacerlo lo más lago posible, tratar de hallar otras palabras que encajadas entre las primeras, o éstas en medio, vayan dando un sentido a la frase, y otras, si se encuentran, que pueden cambiar el sentido primitivo. Al final, lo que diga el palíndromo será consecuencia más del azar que de la voluntad de su autor. Por esto, enfrentarse a la construcción de un palíndromo es una pequeña aventura que nunca se sabe cómo va a terminar.

En relación con los palíndromos perfectos a los que me referí el otro día, buscando entre viejos apuntes he hallado otro totalmente perfecto (en su construcción); el que dice SACO SAL A LAS OCAS. Tanto en una como en otra dirección, letras y espacios coinciden. En muy pocos, y no muy largos, puede conseguirse tal simetría. Otro, en catalán, del que no me acordé, compuesto por mí hace muchos años, es COP A COP A POC A POC  'golpe a golpe poco a poco'.

xavi:
A continuación expongo las distintas definiciones de Palíndromo que por el momento han aparecido en nuestro debate, para que todo el mundo pueda verlas juntas y valorarlas. He de decir que la mía la he modificado hoy mismo para que se entienda mejor que me gustaría que el término apareciera con dos acepciones. Entiendo que algunos de vosotros os referíais también a segundas acepciones o subdefiniciones. Si queréis, modificar o perfeccionar la que habéis dado, no tenéis más que decírmelo.
Aprovecho para aplaudir a Juan Pablo por su idea de cambiar también la definición que puede leerse en la Wikipedia, mejorando, de paso, toda la información que aparece en el artículo.

Y, puestos a definir, si os apetece, podemos sugerir también a los diccionarios la inclusión de palabras como “palindromía”, ya propuesta por Eladi y Juan Pablo, “palindromear”, “palindromista” y “palindrómico/a”.



  1. Palíndromo: Palabra o frase que se lee igual de izquierda a derecha, que de derecha a izquierda.
R.A.E.

  1. Palíndromo: Texto literario de disposición simétrica.
Pere Ruiz

  1. Palíndromo
1. Palabra o grupo de palabras cuyas letras se repiten en el mismo orden cuando son leídas en la dirección inversa.
2. Texto literario palindrómico.
xavi torres

  1. Palíndromo: Género literario cuyo valor artístico tiene sentido al leer las mismas letras de izquierda a derecha y de derecha a izquierda con igual significado.
Carlos López

5.      Palíndromo: Juego de palabras que da como resultado un texto literario simétrico.
Mª José Abia

6.      Palindromía: Género literario, de forma y contenido variables, cuyo valor artístico se determina cuando al leerlo de derecha a izquierda dan el mismo significado a la obra.
Palíndromo: Composición palindrómica, tanto en prosa como en verso.
Eladi Erill

7.      Palíndromo:
Palabra que leída a la inversa conserva su significado.
= Frase o texto que leído de izquierda a derecha o de derecha a izquierda letra por letra, sin tomar en cuenta: puntuación, signos ortográficos ni la separación de las palabras, tiene el mismo significado. 
= literario: El que además de tener  disposición simétrica pertenece a uno u otro género artístico (poemas, refranes, sentencias, dramas, cuentos, relatos, aforismos, etc.).
Ignacio de Jesús Sánchez

  1. Palíndromo:
1. Palabra o texto cuyas letras aparecen en el mismo orden tanto si es leído normalmente como en la dirección inversa, sin diferenciar las mayúsculas de las minúsculas ni tener en cuenta acentuación, signos gráficos complementarios ni espaciado.
2. Palíndromo perfecto: El que se compone de una sola palabra o varias y en el que letras, signos y espacios aparecen en el mismo orden tanto si es leído de izquierda a derecha como en dirección inversa.
§  Ejemplos de palíndromos perfectos: saco sal a las ocas,  y   esa soja y ajos ase. Algunos casi son perfectos pero fallan por un pequeño detalle (una coma, un acento, una mayúscula, etc.), como los siguientes que podríamos decir que lo son en poco más o menos un 90%: Atina, Anita.   Asile a Elisa.  Óigole elogio. Amal, ajos y soja lama.
Antoni LLull
           
  1. Palíndromo: Recurso, herramienta, o artificio de tipo lúdico, que puede ser parte de la narrativa, de la poesía, de un relato, de un texto literario, de algún artículo y que sea de estructura simétrica, o sea, las letras se repiten en el mismo orden cuando es leído en la dirección inversa, sin tomar en cuenta puntuación, signos ortográficos ni la separación de las palabras.
Sylvia Tichauer

2.      Mi propuesta sería una reelaboración más precisa de la definición general, sin dejar de ser lo suficientemente abarcativa y clara como lo es actualmente; y, además, agregar dos nuevas acepciones (o subdefiniciones), remarcando el carácter literario y lúdico del palíndromo.
Juan Pablo Sáez

MJ:
Estamos de acuerdo en que el palíndromo es prácticamente indomable y que tiende a desbocarse como un potro salvaje, pero quisiera resaltar la ardua labor del palindromista, que haciéndose cargo de las riendas trata de dirigirlo a base de paciencia y destreza hacia donde él quiere. Es difícil y no siempre lo consigue, está claro, todos lo sabemos, pero de ahí a decir que el autor no es capaz de expresar nunca lo que pretende, me parece excesivo.
Estas pasadas Navidades decidí dedicarme un palíndromo a mí misma y comencé por los extremos: “A PEPA……………PARA PEPA”, ahora tenía la 3ª palabra que debía comenzar por RAP y me fui a lo fácil: “A PEPA RAPE…… E PARA PEPA” y así poco a poco fui probando con diversas palabras hasta que todo encajó, con un signo de interrogación por aquí y una interjección onomatopéyica por allá, el palíndromo resultante es éste:
-“A PEPA ¿RAPE O BOLERO?” –“¡JE! MEJOR EL OBOE PARA PEPA”.
No tenía una idea predeterminada cuando lo empecé y aunque reconozco que el  RAPE me fue impuesto por el propio palíndromo, yo tomé el mando para buscar un BOLERO y al final sorprenderme con EL OBOE que acabaría siendo mi mejor regalo. No es que sea un gran palíndromo, pero me sirve como ilustración a mi teoría.
Tal vez no podamos expresarnos simétricamente con la misma libertad que en otros campos literarios, pero somos afortunados por esa capacidad de sorpresa que nos proporciona una palabra cuando la giramos y vemos las posibilidades de formar otra u otras y somos nosotros los que al elegir una y no otra, vamos a conducir el palíndromo por donde queremos, sin olvidarnos, claro está, de las limitaciones propias de la simetría, que es sin duda una bella forma de expresión artística.
Sobre las definiciones, necesito meditarlas un poco más para poder votar plenamente convencida.
Un Saludo.
Sylvia Tichauer:  
El debate está interesantísimo: tantas opiniones, nociones, explicaciones, todas razonables y que hacen pensar y replantearse el asunto.
A pesar de haber intentado una definición del palíndromo porque algunos piensan que es necesario redefinirlo, me remito a la primera intervención de Antoni Llull cuando expresa que el palíndromo lo ve como un juego de palabras, con lo que estoy plenamente de acuerdo.
Hay mucha gente que ha escrito novelas y en algunos casos han sido traducidas a otros idiomas, y en varios casos han recibido premios. Hay mucha gente que ha escrito poesía, algunos autores más conocidos que otros. Hay mucha gente que ha escrito cuentos, relatos, narraciones de diverso tipo, pero no hay muchos palindromistas. Posiblemente hay gente que ni conoce este término y que no sabe de la existencia ni significado de él. No por ello la palindromía es una actividad menos importante.. Es importante para los que amamos esta actividad lúdica y dedicamos tiempo a ella.
Volviendo a la fantástica narración que imagina Jesús en su última intervención, donde habla de un palindromista y de un oficinista en la calle Reconocer en la ciudad de Neuquen, ojalá que nunca tengamos que ir  una oficina a registrar un palíndromo. Sería alarmante.
Ojalá que la actividad quede tal como está actualmente, en un grupo minoritario, que goza haciendo y leyendo palíndromos, goza en la soledad, pues es una actividad solitaria como bien explica Jesús y que produce un goce íntimo y personal. Si hubiera una profusión de palíndromos y aparecieran en muchas publicaciones, constantemente, yo creo que hasta perdería interés en esta actividad.
En la intervención de Jesús, me impactó mucho cuando dijo que la mejor manera de "definirlo" (al palíndromo) es haciéndolo, cada uno a su manera.

Carlos López:
Va un hermoso poema de Saúl Yurkievich para airear la discusión (las versalitas las puse yo). Salud.
Poética
¿poesía liberada o deliberada?
vale la pena probar
antes que decir lo indecible
digo todo lo decible
tirabuzón conjetural
descontar lo que se corta
decidido decidor
si todo está dicho
me callo
con las palabras vaciadas ¿qué hacemos?
¿las damos que nos las llenen
o las rellenamos?
prohibido declamar
accione lentamente
y con delicadeza las palancas
conciencia vigilante escrutadora
ajusta la relojería de tu corazón
esa glándula petulante
analítica avaricia vital
cortacircuitos graduales
refrigeración diferenciación
pero vienen los visitantes tenebrosos
y cariacontecido me regodeo
con siniestros simulacros
como tener un feto muerto en la conciencia
como se tuerce el fósforo carbonizado
tejo fantasmas al crochet
para podrirse pida tapaporos
luego el molino de la libido
tornadizo muele libidinoso
hasta empalagarme
humanísimo revoltijo
empalaga empalabrado
batifondo
prohibido empapelar
una cura de silencio
quizás
para las palabras mutiladas
reposo por las gastaduras
tienen la piel irritada
ajado el cutis
de tanto maquillaje barato
maquinería de la imaginería
basta  de tus sonatas
            de coquetería
            de ensoñación
            de patetismo
¿retortijón o retablo?
imágenes motoras artefactos
volatería ilusionismo pirotecnia
hálitos de música a lo lejos
palabras palpo peso prenso parto
soplo palabra que se lleva el viento
aviento palabras
la musa suma asoma
morosa asoma la suma musa
probemos
revientacaballos
zarzaparrilla
matalascallando matamoscas
mescalina vaselina parafina
saltó el saltamontes siete setos
(homofonía es homología)
semitono terso modo veladura
susurrara su siseo se alisase
pluma la ondulando bruma malva
morigere sobre blando la corola
sibilante volandera se difuma
perfumada difundida levedad
¡alto! ningún desperdicio de energía
pavadas ritmadas
melodiosas futesas
como una inmensa boquera
como bocanadas de humo
¿qué querés? sosegate
no hay más que eso
detrás no hay nada
delante nada
aquí termina el recorrido
viene la muerte
conjunciones disyuntivas adversativas
pronombres irreflexivos
verbos intransitivos
oraciones insubordinadas
complementos indirectos
adjetivos indefinidos
adverbios de negación
pasó el tiempo de las armonías
de la ilusoria reconciliación
del acorde acordado
del acorde concorde
del acuerdo mesurado
del bien temperado concierto
no conciertan
                                   desconciertan
no entonan
                                   desentonan
no componen
                                   descomponen
no concatenan
                                   desencadenan
no esperan
                                   desesperan
no complotan
                                   explotan
reverendo reventón de resabios
rastrojo ripio raspadura rabadilla
prohibido recitar epopeyas
omnipotencia omnipresencia
omnicarencia omniolvido
chonchos rechonchos farfullan
no mascan ni lo pastoso
no dentan les falta hueso
nos creímos hacedores
y fuimos amasijados
uno niega no ninguno ni una nada
no se irrite inútilmente
irrítese útilmente
es inútil irritarse
inutilícese irritablemente
entre la disidencia y la convergencia
oscilo
entre algo y nada
entre poco y nada
entre nada y nada
entre sol y noche
entre alumbramiento y ceguera
entre palpitación y muerte
pasó el tiempo de las simetrías
poesía cerebral glandular intestinal
pelleja subcutánea intravenosa
pedicura pectoral peluquera pelotera
penetrable penetrante peñascosa perdiguera
peregrina perentoria perinola
poesía periscopio
¿pespunte o petardo?
retrueque retumbo remanso
no remedio sino remedo
endulzado y salazón
una risita de ajo agrio limón crujiente sacamuelas
propenso a prorrumpir en prosaísmos
la palabra capitalista es fea
dicen que no conviene a la poesía
sobre todo lírica
pero debe ser plusvalía
obstinada ruptura de la probabilidad
que la indeterminación
sea también conocimiento
equívoca discontinuidad
continuidad ¿garantía de verdad?
la palabra ¿prueba de existencia?
continuidad ¿garantía de realidad?
referencias verídicas que no llegan
a configurar un objeto
Periodista —¿Por qué hay tanta sangre en sus films?
Jean-Luc Godard— No es sangre es pintura roja
comprensible según su modo
de entretejerse
tantas perspectivas como espectadores
tantas lecturas como lectores
versa y viceversa
ateo por Arabia iba raro poeta
odiar las adargas no consagradas al raído
a la gorda drógala
ella te detalle
hacen amasijos
se dicen acertijos
al más vacío vacío
al más lleno de los llenos
cada cual con su sonaja
no se sofrene amigazo
no se contente con ser librepensador
sea también libreactor
un corte vertical

descanso

deja que el texto respire
un pensamiento azul y amarillo
de cuatro pétalos
no un pensamiento una visión
las palabras chisporrotean vislumbres
equilibrio ludibrio arbitrio de vidrio
alivio briosa brasa brisa risa turbio libro broma
cabe besa rima rema brota brega brinca
diccionario visionario
empiece por donde quiera
íntegramente comestible
abundo en detalles
para que la ilusión sea más vívida
para que se confunda con la realidad
el realismo no
la realidad
el absurdo de lo real quebranta
todo realismo
agítese antes de usar
con signos consigno designo
memoro momentos
obligadamente antropomórfico
movible siempre versado
prosista o versista a pedido
converso con versos
al anverso y al reverso
tergiverso perverso
el diverso universo del verso
dativos transidos destilan
la pulpa de su experiencia
secretan extracto personal
dicen que son únicos
que todo hombre es único
(toda mosca también)
«La frase de Rilke sobre la muerte propia
se ha convertido en una burla sangrienta
a quienes han sido asesinados
en los campos de exterminio
o a quienes caen en Vietnam» Theodor W. Adorno
perdónennos los otros
por habernos sentido exclusivos
perdónennos
por habernos sentido excepcionales
perdonen los otros la arrogancia
y admítannos


Enrique Olmos:
Queridos todos: antes que nada, me presento, soy Enrique Olmos, dramaturgo y crítico mexicano que reside en Cantabria y recién este año me incorporé al Club, soy autor del libro La voz oval que recapitula algunas piezas teatrales propias para niños y jóvenes. De las definiciones propuestas, creo que la que mejor se ajusta a la exigencia del concepto breve y directo que manejan los diccionarios es la tercera, de Xavi Torres, sin embargo, según mi punto de vista con un sutil cambio:   Palabra o frase que puede constituir un texto literario cuyas letras se repiten en el mismo orden cuando es leído en la dirección inversa. Leyendo el debate creo que es muy estimulante, para un principiante como yo, acudir a esta epifanía palindrómica, sin embargo, quizá apelando a la prudencia, pienso que considerar al palíndromo en alguna de sus manifestaciones como un género literario es contraproducente para el palíndromo mismo, pues su naturaleza está dada a partir de la interacción que tiene dentro de los distintos géneros literarios. Su vida (la del palíndromo) es la particularidad, el curioso juguete que aparece en la lengua, ya escrita, ya hablada y que dinamita en el hablante, lector, espectador, una suerte retórica diversa al común de las frases, palabras. Y no se propone, por el contrario, organizar una tradición literaria, condesar o desafiar un estilo ni mucho menos, no es un género en tanto que no tiene responsabilidad literaria, esto es, un escritor de palíndromos, no es un escritor de literatura, es un autor de palíndromos, una flor que florece en un desierto no hace un jardín, aunque ésta sea la flor más bella del mundo. Además, el palíndromo, en la lengua que sea, tiene un número finito de combinaciones, porque depende de una técnica concreta (la lectura inversa), la literatura es infinita.

Jesús LLadó:
Considero magnífica la intervención de Enrique Olmos. Para mí es la definitiva.

Juan Pablo Sáez Gil:
Me permito hacer algunas primeras apreciaciones sobre las definiciones propuestas hasta el momento.
(1º) Me inclino más hacia la propuesta de Xavi:
1. Palabra o grupo de palabras cuyas letras se repiten en el mismo orden cuando son leídas en la dirección inversa.
2. Texto literario palindrómico.
La propuesta de Antoni LLull la considero interesante y clarificadora, pero creo que al referirse a las “letras” ya quedan excluidos los signos y espacios, y podría llegar a ser algo redundante o, al menos, prescindible (si buscamos precisión digna del DRAE).
(2º) No me convence, en la segunda acepción, la palabra “palindrómico”, por el hecho de no estar incluida ella en el diccionario. Ante lo cual optaría por una leve modificación, cercana a la propuesta de Pere (Texto literario de disposición simétrica), la cual, si bien es un poco ambigua al no detallar el tipo “disposición simétrica”, es por ello mismo más abarcativa, incluyendo, por ejemplo, palíndromos silábicos.
(3º) La definición de Mª José Abia (Juego de palabras que da como resultado un texto literario simétrico), por el momento, yo la tomaría como una tercera acepción, pero sacándole la palabra “literario”; o, si fuera una sub-definición, cambiando “texto literario” por “palíndromo” simplemente.
(4º) La definición de Carlos López me parece muy consistente y precisa, (Género literario cuyo valor artístico tiene sentido al leer las mismas letras de izquierda a derecha y de derecha a izquierda con igual significado) pero me parece más ligada a “palindromía” que a “palíndromo”. Y comparto la reciente acotación de Enrique Olmos en que la palindromía se vería limitada al ser considerada un género literario.
(5º) Por el momento, me sigue convenciendo más la opción de sub-definiciones que de nuevas acepciones.
(6º) Me parece oportuna la propuesta de una definición para “palindromía” (y para “palindromista” y “palindrómico”, derivadas estas de las anteriores), pero por el momento creo que sería mejor centrarse en la definición de “palíndromo” para no dispersar la atención y no perder el prolífico curso de tomó el debate.
(7º) Todas las opciones son buenas y claras, de cualquier manera prefiero esperar la evolución del debate para evaluar cambios o nuevas opciones.
El debate tomó un fecundo camino, espero que siga así y que pronto de sus frutos.

Ignacio de Jesús:
Otra talentosa voz se une a este debate y no le da vueltas al asunto. Me alegra doblemente su participación, por representar además a la más joven generación de palindromistas mexicanos. Refleja una realidad. En los medios académicos se ve al palíndromo como una simple herramienta de los distintos géneros literarios. Esto en el mejor de los casos, otros lo ven como un simple juego de palabras equiparable a los crucigramas (Raúl Aceves, poeta). El arte no se da por decreto. Si lo consideramos género literario (el amante ve a su amada como el ser más perfecto y bello del universo) o un simple juego de palabras, no gana ni pierde absolutamente nada (el palíndromo). La palindromía avanza a pasos agigantados, es un iceberg, ya que existe producción de calidad que no sale a la luz, los que nos sumergimos un poco en la investigación tenemos evidencias de ello. Lo que nos dice Vicente Huidobro (siguiendo el ejemplo de Carlos que citó a Ezra Pound) es lo que realmente importa: “La primera condición de un poeta es crear, la segunda es crear y la tercera crear”. Lo demás viene por añadidura (reconocimiento). Con esto no digo que hemos perdido el tiempo o que demos marcha atrás. Efectivamente en éstos momentos somos, no una flor en el desierto como dice Enrique, sino un conjunto de oasis. Para que el viajero vea claro en medio de la tormenta de arenoso polvo esos oasis, sacudamos el diccionario (DRAE) y la página de la Wikipedia. Pienso que en ese punto debemos centrar nuestra atención. Yo pregunto ¿cómo van los académicos a aprobar una redefinición de algo que no conocen en su verdadera dimensión? La difusión debería también formar parte de nuestra atención. En la limitación se conoce al maestro, estoy convencido de que existe absoluta libertad en la palindromía. Cuando los que opinan en contra profundicen en el tema se darán cuenta de mi afirmación, aunque aquí ya entraría la subjetividad y nunca nos pondríamos de acuerdo. Yo me quedo con la definición de Xavi.





Carlos López:
Parece que no hay forma de ponerse de acuerdo. Respecto de mi propuesta, veo acertada la observación de Juan Pablo. Creo que mi definición es más cercana a la palindromía que al palíndromo, que podría definirse entonces como «construcción literaria cuyo valor artístico tiene sentido al leer las mismas letras de izquierda a derecha y de derecha a izquierda con igual significado». Pero la palindromía debe considerarse género. No comparto la opinión de que se reduzca el término a palabra o frase, pues los conceptos son generales, categóricos. Así como lo están proponiendo se limita a sólo esas dos posibilidades y conocemos creaciones palindrómicas muy extensas. También, es reduccionista la visión de ver al palíndromo como un juguete, como algo que interactúa dentro de otras formas literarias. Conozco varios libros sólo de palíndromos. Éstos, ¿con quién interactúan si se sostienen solos? Tampoco comparto la opinión de que al darle categoría de género al palíndromo éste se reduciría. Al contrario. Otro aspecto que considero fallido es el de afirmar que el palindromista no tiene «responsabilidad literaria». ¿Así que todos lo que los cultivamos somos unos irresponsables? Por otra parte, en la definición que por lo visto se impondrá, de Xavi Torres, se dice, de manera imprecisa que el palíndromo «puede constituir un texto literario». No estoy de acuerdo con esta indefinición. El palíndromo es un texto literario de origen. No lo concibo en otra área artística. En mi definición, que no defiendo, la pueden mandar al carajo, le doy esta característica de arte.


xavi torres:
Tras leer la última opinión de Carlos, quiero aclarar que con la definición que propuse no estoy pretendiendo nada personal, por mí también puede quedarse aquí para los restos, sin salir de este pequeño cuadrilátero digital que leemos unos pocos. Simplemente ideé la que a mí me parecía la más lógica de las descripciones. Pretendía, y pretendo, al formularla, la mayor objetividad y precisión posibles por si decidiésemos actuar; con ella, traté de dejar claro que el término “palíndromo” se usa, en su acepción más conocida, para referirse a cualquier palabra (“oro”)  o grupo de palabras (“sala ora caro alas”) que se leen en los dos sentidos. En una segunda acepción propongo que la palabra “palíndromo” sea también la que define a los textos literarios que cumplen esa condición de ida y vuelta (“Eva ve a Eva y Yavé a Eva ve”). Por tanto, lo que dice mi propuesta de definición no es que el palíndromo «puede constituir un texto literario» sino que lo es en sí mismo, siempre que no se trate de una sola palabra o de un grupo de palabras sin coherencia entre sí.  Y, siempre a mi modo de ver, ante todo es literatura porque busca expresarse, y lo consigue, con simetría.

Dejadme que insista una vez más en este punto, pues hay quien opina (Antoni LLull, Sylvia Tichauer, Alberto Abia, Jesús LLadó y Enrique Olmos) que no hacemos literatura quienes construimos este tipo de frases; realmente, no creo que nadie dude que es un arte componerlas, y si nos vamos al DRAE, que, al fin y al cabo, es uno de nuestros principales objetivos, leeremos que, por un lado, arte es, entre otras cosas, “Virtud, disposición y habilidad para hacer algo” o una “Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros” y, por otro lado, literatura, ya lo sabéis, es en ese diccionario un “Arte que emplea como medio de expresión una lengua”. El silogismo, ateniéndonos a lo que dice la RAE, se cierra fácilmente en el caso del palíndromo: si es arte y se expresa en palabras, es literatura.

Respecto a la intervención de Enrique Olmos, que a Jesús LLadó le parece definitiva, opino, como ellos, que el palíndromo no es un género literario; pero no porque sea finito, puesto que me parece que es tan infinito como cualquier otro texto, aunque cuente con menos variedad de vocablos (tanto tomando 20.000 como tomando cinco números al azar, hay infinitas combinaciones de ellos) ni porque haya pocos ejemplos de palíndromos literarios (para mí lo son todos los que tienen un mensaje coherente). Tampoco dejo de considerarlo como un género porque no se proponga organizar una tradición literaria (ésta, creo que es inherente a este modo de escribir), En realidad, creo que no es un género literario simplemente porque el palíndromo es un resultado, un texto. De la palindromía podemos hablar también, pero considero que ahora es mejor centrarnos en el palíndromo, bastante complicado está siendo definirlo.

Es un juego, sí, pero el juguete es la simetría (en eso estoy de acuerdo con Enrique), ése es el instrumento, la herramienta con la que trabajamos para obtener un resultado, no lo es el palíndromo propiamente dicho, tal y como opinan Jesús y Sylvia.

También quería mencionar me parece muy interesante la claridad con la que Juan Pablo expone sus argumentos, y la insistencia de Ignacio de Jesús en recordarnos la importancia del seguir creando, difundiendo, estudiando y dignificando este arte.

Y por último, que me extiendo demasiado, gracias a todos por seguir este debate.

Pere:
Queridos amigos, cuando leo la opinión de Enrique Olmos, a quien doy mi afectuosa bienvenida al CPI, pienso, como Jesús, que está todo dicho y muy bien dicho. Su opinión representa un chorro de agua fresca en mitad del desierto. Claro, cuando leo a Juan Pablo o a Ignacio de Jesús, me quito el sombrero, pues efectivamente casi todos los que hemos escrito palíndromos sabemos de sobras que el Palíndromo es algo más que un texto literario cuyas letras se repiten en el mismo orden. Es cierto que la esencia del palíndromo está en la definición de Enrique, pero también es cierto que componemos palíndromos silábicos, palabra a palabra, con imágenes, con lenguajes cifrados, con signos de comunicación no verbal o con jeroglíficos. O sea, que el palíndromo, como el resto de la literatura, no es cuestión de letras solamente, aunque sea esa su base. Pero el palíndromo es más que nada Creación, como reafirma estupendamente un gran Artista, como es Ignacio de Jesús.
Llegado a este punto, os aseguro que ya ni me reafirmo en mi propia definición ni me atrevo a dar por definitiva ninguna otra, a pesar de que en todas hay algo bueno o muy bueno. Por definirme un poco diré que comparto prácticamente la opinión y los deseos de categorizar dignamente al palíndromo, con Carlos López. De todas formas mi inocente sugerencia pasaría por enviar todo este catálogo de opiniones, una vez se dé por concluido y en un solo paquete, a los señores académicos de la lengua, expertos en definir, pues es una cuestión harto delicada y difícil.
A modo de curiosidad, pero para que veamos lo complicado de llegar a un consenso en cuanto a las definiciones, os doy un par de datos: la primera edición del diccionario de la RAE es del año 1737 y en ella aparece el término Retrógrado (del latín Retrogradus). Cien años después aparece por primera vez el término Charada; en 1837, año en que se publica por Antonio Mateo el famoso Dábale arroz a la zorra el abad en un periódico de Barcelona, precisamente dentro de una charada y cuando ya hacía muchos años que la prensa estaba sembrada de estas composiciones. El diccionario recoge por primera vez el término Capicúa en 1936 y, – no nos espantemos- pero Palíndromo aparece por primera vez en el diccionario de la RAE en su edición del año 1956 y aparece acompañado entonces por la frase de la zorra y el abad como ejemplo. ¡Ciento veinte años después de ser publicada¡ Y os aseguro que a principios del S. XX ya era muy conocido y divulgado dicho palíndromo. Creo que no debe ser nada fácil esto de ponerse a definir, ¿verdad?

Carlos López:
Xavi: Tuve que retroceder muchas páginas para ver tu propuesta original, que es mejor que como la han modificado. Coincido contigo en que el palíndromo es infinito e inmortal, agregaría. Han pasado miles de años con personas haciendo palíndromos y todavía no se vislumbra el fin, ¿y alguien piensa que no constituyen un género porque es una actividad finita?

Juan Pablo Sáez Gil:
Antes que nada, me excuso de escribir con mucha frecuencia y extensión, pero está muy interesante el debate y cada nueva acotación me inspira algún nuevo aporte que prefiero no obviar.
Primeramente, para aclarar una opinión, creo yo que no puede considerarse a la palindromía o al palíndromo como género literario por el hecho de que, según lo entiendo, el “género” se vale para definirlo de muchas variables y se centra especialmente en el contenido de la obra. Por el contrario, el palíndromo se define exclusivamente por la estructura, y el contenido es tan libre que podría atravesar todos los géneros, quedando de este modo más cercano a la figura retórica, al recurso estilístico, a la composición poética, etc. Verdaderamente es dificilísimo encajarlo en alguna categoría, pero tampoco creo que sea necesario.
Buscando definiciones en el DRAE para, por paralelismo y como modelo, organizar mi idea sobre el palíndromo, opté por tres que me fueron algo clarificantes, y quizá les interese leer:
1º. “Acróstico”, el cual consta de tres acepciones (referidas al carácter literario, a la palabra y al carácter lúdico, sin entrar en contradicción) muy similar a lo que se va estructurando en este debate y por lo que yo optaría: una referida a la simple simetría de un texto, otra al carácter literario y una tercera al carácter lúdico. (Dicho sea de paso, nunca oí de un club centrado en los acrósticos, ¡y aún así en el DRAE tiene más especificaciones que el palíndromo! Es hora de poner las cosas en orden…)
2º. “Verso”, el cual tiene una acepción general (1º) y otra (3º) más específica que se vale de la primera para definirse sin ser esto contradictorio o excluyente. Además tiene subdefiniciones sobre versos específicos. También se asemeja a lo que yo considero acertado, en tanto: una primera definición que no sea excluyente (Ana incluida), una segunda más específica pero también usualmente utilizada (texto literario), y, quizá, subdefiniciones para las menos frecuentes, como ser “palíndromo perfecto”, propuesto por Antoni LLull.
3º. “Rima”, la cual se define al mismo tiempo como una simple característica (acepción amplia) y como una composición poética, en diferentes acepciones que conviven en un solo nido. Además también tiene subdefiniciones sobre sus especificaciones.
Remito a estas definiciones para fortalecer mi inclinación hacia tres acepciones diferentes, independientes y necesarias, y de posibles sub-acepciones (~ perfecto, ~ silábico, etc). Creo que una sola definición sería: excluyente (como centrarse en el carácter lúdico o literario), pobre (como lo es la actual) o bien, compleja y confusa (al intentar conciliar acepciones de diferente naturaleza). Creo asimismo que tres definiciones no sería demasiado (¡vista la injusta definición de acróstico!), y que, incluso las subdefinicones podrían ser imprescindibles (por ejemplo, el silábico está excluido de todas las propuestas). Esta opción conduce, creo yo, a un sencillo concilio, de manera que se podría llegar a un acuerdo, incluso, sin modificar sustancialmente las posturas personales hasta aquí vertidas.
Por el momento: sigo optando por la primera acepción de Xavi y me agrada la remodelación de Carlos López cómo segunda acepción. Como tercera consideraría algo cercano a la de Mª José Abia. Y quedo analizando la posibilidad de subdefinicones, aparte de estas tres.

Sylvia Tichauer:
Considero excelente el aporte de Enrique Olmos (mis felicitaciones) y estoy plenamente de acuerdo cuando dice:
"Un escritor de palíndromos no es un escritor de literatura, es un autor de palíndromos".
Y termina con el broche de oro al decir:
"El palíndromo, en la lengua que sea, tiene un número finito de combinaciones porque depende de una técnica (la lectura inversa), la literatura es infinita".
Excelente explicación.
Mis saludos a todos.


xavi:
Habiendo leído las últimas aportaciones, paso a poner aquí, de nuevo, las definiciones dadas por todos nosotros, las tendremos más a la vista. Este archivo va siendo demasiado grande, así que prometo haceros un resumen próximamente. Como veréis, no he retocado la segunda de las acepciones que di para mi definición de “palíndromo” porque creo que el término “palindrómico/a” deberá ser, por fuerza, incluido en el diccionario en el mismo momento en que los académicos acepten nuestra propuesta (si lo hacen, claro).

  1. Palíndromo: Palabra o frase que se lee igual de izquierda a derecha, que de derecha a izquierda.
R.A.E.

  1. Palíndromo: Texto literario de disposición simétrica.
Pere Ruiz

  1. Palíndromo
1. Palabra, grupo de palabras o texto literario cuyas letras se repiten en el mismo orden cuando son leídas en la dirección inversa.
2. Texto literario palindrómico.
xavi torres

  1. Palíndromo: Construcción literaria cuyo valor artístico tiene sentido al leer las mismas letras de izquierda a derecha y de derecha a izquierda con igual significado.
Carlos López

5.       Palíndromo: Juego de palabras que da como resultado un texto literario simétrico.
Mª José Abia

6.       Palindromía: Género literario, de forma y contenido variables, cuyo valor artístico se determina cuando al leerlo de derecha a izquierda dan el mismo significado a la obra.
Palíndromo: Composición palindrómica, tanto en prosa como en verso.
Eladi Erill

7.       Palíndromo:
a.       Palabra que leída a la inversa conserva su significado.
b.       = Frase o texto que leído de izquierda a derecha o de derecha a izquierda letra por letra, sin tomar en cuenta: puntuación, signos ortográficos ni la separación de las palabras, tiene el mismo significado. 
c.        = literario: El que además de tener  disposición simétrica pertenece a uno u otro género artístico (poemas, refranes, sentencias, dramas, cuentos, relatos, aforismos, etc.).
Ignacio de Jesús Sánchez

  1. Palíndromo:
Palabra o texto cuyas letras aparecen en el mismo orden tanto si es leído normalmente como en la dirección inversa, sin diferenciar las mayúsculas de las minúsculas ni tener en cuenta acentuación, signos gráficos complementarios ni espaciado.
Palíndromo perfecto: El que se compone de una sola palabra o varias y en el que letras, signos y espacios aparecen en el mismo orden tanto si es leído de izquierda a derecha como en dirección inversa.
Ejemplos de palíndromos perfectos: saco sal a las ocas,  y   esa soja y ajos ase. Algunos casi son perfectos pero fallan por un pequeño detalle (una coma, un acento, una mayúscula, etc.), como los siguientes que podríamos decir que lo son en poco más o menos un 90%: Atina, Anita.   Asile a Elisa.  Óigole elogio. Amal, ajos y soja lama.
Antoni LLull

  1. Palíndromo: Recurso, herramienta, o artificio de tipo lúdico, que puede ser parte de la narrativa, de la poesía, de un relato, de un texto literario, de algún artículo y que sea de estructura simétrica, o sea, las letras se repiten en el mismo orden cuando es leído en la dirección inversa, sin tomar en cuenta puntuación, signos ortográficos ni la separación de las palabras.
Sylvia Tichauer

10.    la primera acepción de Xavi y me agrada la remodelación de Carlos López cómo segunda acepción. Como tercera consideraría algo cercano a la de Mª José Abia.
Juan Pablo Sáez


Muchos de nosotros, el último en hacerlo ha sido Juan Pablo, hemos afirmado que el palíndromo es un juego de palabras, pero claramente veo que no lo es. Como ya se ha dicho antes (ahora no recuerdo quien, disculpadme), la palindromía es el juego. Si lo hacemos con rigor, el palíndromo no se puede definir como juego, ni como recurso, herramienta o artificio, porque es el resultado, es una palabra o texto en el que se observa esa función palindrómica.

Ignacio de Jesús:

No he estudiado la perceptiva literaria como Carlos López, profesional y conocedor de la palabra, ni me he adentrado tanto como Pere (a quien agradezco el inmerecido elogio) en el estudio del palíndromo, quien manifiesta en sus artículos y ensayos una rigurosa metodología. Si ambos dicen que el palíndromo es un género, no tengo objeción en que se añada a la definición de Xavi que me parece más digerible. Eladi Erill también está de acuerdo. Las razones en contra expuestas por Juan Pablo y nuestro moderador no me quedan claras. Jesús LLadó, quien sin duda es quien más ha leído sobre el tema, piensa como yo que entra en varios géneros; Enrique Olmos, literato y promesa de la palindromía, apela a la prudencia pero no encuentro razón en ello. Habrá que ver que opinan los demás. Muy interesantes los datos que nos proporciona  Pere sobre la primera aparición de la palabra palíndromo en el DRAE. Por curiosidad tomé el único diccionario antiguo que tengo y me encontré con que (ya debe saberlo Pere) otros ya lo definían. Se trata del Diccionario Enciclopédico de la Lengua Española publicado por Gaspar y Roig en 1869, ignoro si en su primera edición de 1853 ya aparecía el término.  “PALINDROMO: adj: epíteto dado antiguamente  a los escritos que podían leerse de derecha a izquierda y de izquierda a derecha, presentando siempre el mismo sentido.” También definía “PALINDROMIA: s.f, Med.: reflujo o repercusión de los líquidos y humores vaciados de lo esterior (Sic) a lo interior. Hipócrates y Galeno han usado esta voz en la significacion (Sic) de recaída de un parasismo, de un abceso (Sic) o de una fiebre.” Y PALINDRÓMICO: “adj. Med.: lo que es relativo o tiene relación con la palindromía”.  Encontré un curioso poema de Eduardo Martínez (fechado en México 1943) que les comparto:

Zorra

“Arroz a la Zorra”
traza su palindroma
persiguiéndose la cola.

Un afectuoso saludo a todos los participantes, sus opiniones son muy enriquecedoras. Los que no dicen nada y los que ya casi no intervienen, seguramente nos sorprenderán  con sus creaciones palindrómicas.



MJ:
A mi modo de ver, la actividad lúdica más similar al palíndromo es el anagrama. Y el DRAE lo define así:
anagrama.
 1. m. Transposición de las letras de una palabra o sentencia, de la que resulta otra palabra o sentencia distinta.
2. m. Palabra o sentencia que resulta de esta transposición de letras; p. ej., de amor, Roma, o viceversa.

Como se puede apreciar en estas dos acepciones, el anagrama es tanto el juego en sí mismo, como la palabra, frase o sentencia resultante de dicho juego, que consiste en la transposición de letras.
Existe el adjetivo anagramático/a: Perteneciente o relativo al anagrama, pero no la ANAGRAMÍA que sería la equivalente a la PALINDROMÍA (también inexistente), por lo tanto, si de lo que se trata aquí es de definir el PALÍNDROMO, sería perfectamente válida mi propuesta, tal vez con algunos retoques, para una 3ª acepción como apunta Juan Pablo.
Saludos.


xavi:
Dice Ignacio de Jesús acerca de las explicaciones sobre considerar al palíndromo un género literario: Las razones en contra expuestas por Juan Pablo y nuestro moderador no me quedan claras.
Paso a aclarar las mías: El palíndromo no puede ser un género literario sencillamente porque es un texto. Un poema no es un género literario, lo es la poesía, lo mismo ocurre con la novela en relación a la narrativa o la obra de teatro y la dramaturgia. En todo caso, podría ser considerada como tal la actividad del constructor de palíndromos, la palindromía, pero estamos hablando de definir al palíndromo, que es un texto concreto.

Y dice Mª José que el palíndromo, al igual que el anagrama, bien puede prestarse a una acepción en la que se diga que es un juego de palabras, puesto que la palabra “palindromía”aún no existe en el DRAE (en otros diccionarios sí, ahora lo sé gracias a Ignacio de Jesús).
A este respecto, yo sigo pensando que el palíndromo no puede tener esa tercera acepción que haga referencia a su carácter lúdico porque, así como el anagrama es texto pero a la vez es juego, porque sugiere actividad (revertirlo para intentar conseguir el texto que lo originó o combinar de nuevo para sacar otro anagrama), el palíndromo no puede ser nada más que leído u oído, no da pie al juego, ni combinatorio ni de otra índole. Por ejemplo, si sabemos que “efímero” es un anagrama, puede ser que intentemos jugar con sus letras hasta encontrar un “emir feo” o cosas parecidas, pero si nos dan un palíndromo no hay ningún juego, hay simetría. A mi entender, estaremos únicamente ante una palabra, un grupo de ellas o un texto dispuestos simétricamente.

Eladi Erill:
Estoy seguro de que este debate tendrá una interesantísima prórroga verbal en Torredembarra.
Excelentes todos los planteamientos, aunque hay más alternativas:
Estamos tratando de definir palíndromo partiendo de otras definiciones de la RAE. Es como crear algo a partir de segmentos de otras cosas. Todas las opiniones que dais tienen su lógica, pero cada uno tiene una, así son las opiniones, particulares. Como yo también lo he hecho, y no me ha servido para aclarar diferencias, sólo para dudar más de qué palabras deberían definir palíndromo, creo que deberíamos dejar de lado tanto la poesía, como la literatura y todos los géneros que creáis convenientes, que ya son lo que son por Ansón y compañía, y centrarnos en una explicación original para nuestro estimado vocablo, pues, si algo tiene, es ese carácter insólito dentro del mundo de la palabra, y qué mejor que una descripción singular para definir palíndromo.
Tras todo el debate que llevamos, podéis no hacerme caso (¡Por donde sale ése ahora!), pero mi propuesta, aunque ya sé que tardía, también sería mediática, ya que las palabras que definen los distintos géneros, artes, etc... son casi todas las mismas o muy parecidas. Y eso, creo, si queremos darle un empujón al tema, es más de lo mismo.
Me explico mejor: leyendo todas las opciones me digo ¿Qué diferencias hay? Es un debate infinito, pues las definiciones que damos, yo el primero, hacen uso de palabras y frases de otras definiciones, exceptuando el común denominador, véase: al revés, de derecha a izquierda, simétrico, etc...
Si partimos de que lo lúdico no es patrimonio de nadie ni de nada y hay poetas que se divierten con sus rimas, entonces el juego puede ser la vida misma, no solo el palíndromo. Yo suelo disfrutar (lúdico es juego, o sea, suelo jugar) a ráfagas al crear palíndromos y no niego que verlo finalizado me da placer, pero no estoy riendo y gozando todo el tiempo, sino buscando y pensando.
Así que yo descarto lo lúdico, si no añadimos además el intelecto y la investigación, aunque Sylvia, me gustó mucho que introdujeras "recurso", para conseguir lo que se pretende. Diste en la diana. 
Si juntamos una gran parte de las palabras de todas las definiciones que hay en el debate viene a salir lo siguiente:
“Texto o construcción literaria simétrico con valor artístico, lleno de recursos y herramientas gramaticalmente correctas formado por palabras o grupo de palabras cuyas letras se repiten al revés con igual significado" (no incluyo la palabra género pues ya expuse que yo la usaría para definir la palindromía y no el palíndromo). Podemos añadir alguna más, sólo he tomado alguna de cada definición. En esta definición el orden de las palabras no altera demasiado el producto. 
Faltan algunas y me desborda ese "se repite" (insistir, reincidir, duplicar). No me gusta.
Hemos de exteriorizar nuevas aportaciones para que, ya que estamos, el palíndromo sea visto por el resto como algo fresco, flamante y original ya que no por utilizar palabras socorridas y aparentemente más ¿serias? daremos una imagen más formal y solemne. Vaya, a no ser que queráis que sea formal y solemne, pero creo que tenemos medios y traza para conseguir algo más.  
Retomo el asunto, cuando dije lo de mediático: es sumamente importante para cualquier arte que la opinión pública tenga una idea clara de lo que significa, lean o no lean, hagan o no hagan palíndromos. Hoy en día la información está al alcance de mucha más gente.
Si proponemos una definición que no tenga nada de especial (recuerdo de nuevo que el DRAE lo define como: Palabra o frase que se lee igual de izquierda a derecha, que de derecha a izquierda) y lo que aquí estamos comentando, insisto que yo el primero, no dista mucho de dicha acepción que da la DRAE, pueden pasar varias cosas: que todo siga como está, pues tampoco sorprenderíamos a nadie con estas definiciones, o que sí, que alguien nos escuche y pase a estudio, tras lo cual, imagino que estas cosas son como las de palacio, no tendríamos otra oportunidad hasta la próxima glaciación.

Juan Pablo Sáez Gil:
Nuevas apreciaciones sobre algunos puntos del debate:
LA PALINDROMÍA COMO GÉNERO. Coincido con Xavi en que el “género”, de cualquier manera, estaría referido a la palindromía y no al palíndromo, por lo cual este punto no sería, por el momento, de fundamental resolución. Pero aclaro que sostengo que no puede denominarse “género” por tres razones: (1) Creo que “género” es una categoría muy abarcativa frente a los palíndromos que tan escasos son. Me parecería muy absurdo leer: “Géneros literarios: épico, lírico, dramático y palindrómico”; y si los tomáramos al género en un sentido más amplio, tampoco creo que el palíndromo pueda estar, por ejemplo, junto a la novela o el cuento. Imaginando que se ordenaran los libros según los géneros, quedaría una pequeña estantería para la palindromía contra edificios enteros de los demás géneros literarios. (2) Entiendo yo que se tienden a definir los géneros tanto por su contenido como por su estructura, pero centrándose especialmente en el contenido. El palíndromo (al menos por ahora) se define exclusivamente por su estructura, por lo tanto sería dificultoso definirlo como género. Sería como tomar al soneto como género literario, el cual es apenas una composición dentro de un género. (3) Coincido con Enrique Olmos e Ignacio de Jesús en que pertenecería a varios géneros, pero, por ello mismo, su virtud estaría en ser una composición, un recurso o una producción artística que interactúa en diversos géneros sin ser uno en sí mismo. Finalmente me siento obligado a aclarar que yo hablo desde mi simple criterio y desde mi reconocida ignorancia. Al leer opiniones de intelectuales como los que aquí escriben, y no acostumbrado a ello, quedo sorprendido y extasiado de tantos conocimientos y tanta erudición. Por ello, y visto que muchos coinciden en la denominación de “género”, no insistiré más, admitiendo que mi idea de “género” puede ser equívoca.
LA FINITUD DE LA PALINDROMÍA. No coincido con Enrique Olmos y Sylvia Tichauer con que el palíndromo tenga un número finito de combinaciones. En teoría obviamente sí lo es, pero también lo es la literatura (La Biblioteca de Babel de Borges o La Biblioteca universal de Lasswitz lo grafican elegantemente). Habrá obras más limitadas que otras: el cuento es más limitado que la novela, el soneto más limitado que el cuento y el palíndromo más limitado que ninguno. Paro aún así, las posibilidades palindrómicas pueden tomárselas como “infinitas”, en un sentido figurativo del término. No sé si todos ya habrán tenido la dicha de leer el fantástico palíndromo de Pere de “Los seis dioses”, que (dejando de lado mis valoraciones personales sobre su genialidad) demuestra claramente la infinidad de posibilidades, y aún habiéndole sumado restricciones literarias a la ya limitada tarea de redactar palíndromos. Ni miles de palindromistas en millones de años llegarían al mismo resultado. Eso, creo yo, hace a la palindromía infinita.
EL CARÁCTER LITERARIO. Es este punto creo oportuno mencionar que me parece imprescindible distinguir entre el palíndromo como “palabra o frase” y el palíndromo como “texto literario”. Visto el ejemplo del gran palíndromo de Pere, no podríamos circunscribirlo a aquel a una palabra o frase, porque incluye, no sólo muchas frases, sino también poesías y varios recursos. Por ello, si bien me agrada, no me convence la propuesta ofrecida por Enrique Olmos, ya que justamente lo que en este debate se discute, desde un principio, es una pretendida jerarquización del palíndromo como obra literaria o producción artística, diferenciado de las palabras que solo casualmente son reversibles, como ya lo opinó Carlos López. Ubicarlo como texto literario en potencia, sería volver al inicio, e incluso hasta puede considerase una redundancia el referirse a “una palabra o frase que puede construir un texto literario”. Por ello mismo opto por propuesta inicial de Xavi, donde el “texto literario”, lo incluía, exclusivamente, en una nueva acepción.
EL CARÁCTER LÚDICO. Comparto con Xavi que no sería apropiada la denominación de “juego”, ya que éste se refiere a una acción y el palíndromo a un sustantivo, a un producto, a algo estático En algún momento yo mismo hube expresado esta inquietud, pero no rechazando, sino sugiriendo una modificación. (Aunque también me parece consistente el argumento de Mª José Abia sobre la definición de anagrama.) Pienso que, de cualquier manera, no se le puede negar el carácter lúdico al palíndromo, pues lo privaría de una característica fundamental y se lo excluiría de un campo del que, evidentemente, es parte. Si no es definido como juego, al menos debe entendérselo como el producto o el resultado del mismo, o como las leyes y la estructura que lo rigen, o, en todo caso, definírselo en función del contexto o la motivación lúdica. Tampoco coincido en los argumentos en contra del carácter lúdico que expresa Eladi Erill, pues cualquiera sufrirá, razonará y permanecerá serio durante casi toda la redacción, hasta reír y sentir placer al final de la misma, en caso de ser agradable el resultado. Pero en el ajedrez suele pasar un proceso muy similar, sin dejar éste de ser, indiscutiblemente, un juego. Además, el hecho de que un grupo de personas no lo practique con fines lúdicos, no es, por sí mismo, excluyente, ya que pueden haber otros grupos que sí lo hagan (aclaro que yo suelo pertenecer a la primera minoría). Pero la simple existencia de una masa crítica justifica la acepción del término.
LA REDACCION DE LA DEFINICIÓN. Pienso muy acertada la aclaración de Pere sobre la dificultad de definir y en la especialidad que exige esa tarea, y no cabe duda que lo más prudente sería ofrecer el material aquí elaborado para que los especialistas realicen la tarea, en caso de creerla oportuna. Pero más acertado sería lograr elaborar un compendio muy resumido y con cierto consenso, o, al menos, coincidencias generales. Por ello mismo, más que proponer y elegir definiciones textuales, creo que se debería tratar de consensuar el concepto general a transmitir (su naturaleza, su carácter, sus límites, su campo de acción, etc.) y la estructura de la definición (una acepción, dos acepciones, subdefiniciones, etc.). Esto facilitaría el consenso, quedando en segundo lugar, por el momento, la redacción textual de la definición. De cualquier manera considero que, visto el altísimo nivel intelectual de muchos miembros del CPI y su inalcanzable conocimiento en la especialidad palindrómica, serían, incluso, más indicados que los mismos especialistas de la RAE para tal tarea.
LOS CRITERIOS DE LA RAE. Finalmente quisiera aclarar que no soy un fiel devoto del Santísimo Diccionario de la RAE, ni mucho menos de sus exigencias sintéticas, frías y de extrema precisión (indudablemente opto por el amor definido por Lope de Vega antes que por la RAE). Pero el contexto de este debate es, desde un comienzo, el de la RAE, pues el objetivo es consensuar la necesidad de una nueva acepción y, de ser posible, la acepción misma para ser incluida en el diccionario. Es por ello que, creo yo, la definición acertada no será la más agradable a nuestros oídos sino la más precisa, sintética y concreta. Me parece muy positiva la propuesta de Eladi Erill de darle al palíndromo un aire más fresco, flamante y original que uno formal y solemne, y, viendo las dotes poéticas de muchos palindromistas, las opciones serían deslumbrantes y muy agradables. Pero si el objetivo y motivo de este debate es la RAE, es imprescindible ajustarse a sus criterios. Si luego surge la posibilidad de elaborar un artículo de wikipedia, los criterios enciclopédicos serán distintos, más amplios y más flexibles, pero aún así estrictos. Si, finalmente, nos proponemos crear una definición oficial del CPI, independiente de los diccionarios y enciclopedias, mi elección sería muy otra (más cercana a la de Sylvia Tichauer y Eladi Erill), y las propuestas también podrían ser más flexibles, elaboradas y agradables. Pero por el momento creo que se debe procurar responder a la propuesta inicial del debate, sin dejar de lado ni desmerecer en lo más mínimo las nuevas aportaciones que van abriendo caminos tangenciales hacia nuevos e interesantes destinos.
Me excuso nuevamente por la extensión de lo escrito y aprovecho para expresar mi agrado al leer las opiniones aquí vertidas, siempre interesantes y muy doctas todas.

Pere:
Brevemente, sólo para decir que por supuesto creo que debemos pensar al definir palíndromo con una amplitud de miras tal que, al mismo tiempo, nos permita el uso de otros términos de su familia. Por seguir asimilándolo a otros géneros, diré que esos términos necesarios en cuanto a su definición y uso para nosotros son, como poco Palindromía (Poesía, género, ciencia…), Palíndromo (Poema, composición, ejemplo…) y Palindromista (Poeta, escritor, literato…). Es obvio que Poesía o Novela tanto abarcan género literario como composición y no creo que Palíndromo sufriera mayor pérdida o descalabro por ello, al ser considerado al tiempo como género y como composición, ya que según vemos, la palindromía suele ocuparse de cuestiones más relacionadas con la medicina. De todas formas, sigo insistiendo en algo que a ratos olvidamos: desde antaño el palíndromo ha estado considerado como una Figura Retórica, como lo es la metáfora, anáfora, comparación, elipsis…, que mayoritariamente se usaban en poesía, pero que por supuesto aparecen en novela, teatro, etc.
Doy las gracias por los elogios al joven Juan Pablo, primer gran teórico sobre la naturaleza del palíndromo como obra activa, cuestión en la que me ayudó mucho a reflexionar y que me ha hecho percibir en la composición palindrómica una zona de luz y otra de sombra. Juan Pablo, tus aportaciones a este debate son tan especializadas y de valorar como las de cualquier otra persona. En cualquier caso, creo que todos y todas estamos aprendiendo mucho.




Sylvia Tichauer:
Volviendo a la excelente intervención de Enrique Olmos, que comparto, como ya lo he dicho anteriormente, pienso que el palíndromo tiene un número finito de combinaciones porque depende de la técnica concreta (la lectura inversa), la literatura es infinita.
Si quisiera hacer un palíndromo con la palabra "compañero" me encuentro con la combinación mp, pero al voltearla es pm, y no conozco palabras en español con esta combinación, o alguna palabra que termine con la letra p para poder hacer otra comenzando con la letra m. O si quisiera hacer un palíndromo con la palabra "campestre", además de la combinación mp me encuentro con las tres consonantes str y si las volteo, pues obtengo rts. No sé de palabras en español que combinen rts. Si quisiera hacer un palíndromo con la palabra "combino" me encuentro con la combinación mb. Al voltearla sería bm. Tampoco conozco palabras con esta combinación: bm  En caso de existir palabras con esas combinaciones, agradezco que me las digan, para poder aprender vocablos nuevos.
Pero al escribir una novela, puedo escoger el tema que me guste y usar de los vocablos que se me ocurran, sin limitación.
Estoy de acuerdo con Xavi cuando dice que no es el palíndromo el juego de palabras, sino la palindromía, la actividad de componerlos. El palíndromo es el resultado.
Al igual que Eladi, pienso que al componer palíndromos no me estoy riendo, sino estoy seria, reflexionando y pensando. Puedo esbozar una sonrisa si llego a un resultado que me satisfaga.
Coincido con Juan Pablo, porque curiosamente también pensé en una persona que juega ajedrez, que tampoco se ríe al jugar, sino está seria al dar la movida
Nunca recuerdo el haberme reído al jugar Mah Jongg. Al contrario, siempre seria, pensando en las diversas combinaciones. Sólo al final, si logro el Mah Jongg, y lo declaro en voz alta, es posible que lo declarara con una sonrisa en los labios.
Otro juego chino, el Go, aún más complicado, pues hay que pensar en las posibles estrategias del otro que juega con uno, siempre lo jugaba seria.
En general, hay muchos juegos en que uno no se ríe. No por eso dejan de ser juegos.
Lo mismo sucede al hacer de los palíndromos. Es un juego la palindromía, pero un juego muy serio, que requiere meditación, tranquilidad, concentración e ingenio para lograr el resultado, el palíndromo.

Saludos cordiales a todos.

MJ: (19-02-09)
Antes de nada quiero felicitar a Juan Pablo por la claridad con la que expone sus opiniones, que suscribo casi en su totalidad y su capacidad de condensar el resto de participaciones en este debate.
Dicho esto, vuelvo “a la carga” con la defensa del carácter lúdico del palíndromo, sin olvidar su valor literario, que lo tiene, aunque para mí ese valor no reside exclusivamente en su estructura simétrica (continente), sino que además tiene que decir algo (contenido) y decirlo de un modo artístico (arte literario).
Si el anagrama es un juego, sigo manteniendo que el palíndromo también lo es, puesto que en el DRAE no aparece el término palindromía y es ahí donde debemos dirigir nuestros pasos para proponer una nueva acepción o acepciones de palíndromo.
La similitud entre ambos juegos (anagrama y palíndromo) es tal, que en algunos casos pueden llegar a un mismo resultado, por ejemplo: AMOR/ROMA, ÉTER/RETE, etc. Si bien es cierto que como dice Xavi, para el anagrama aún puede haber otras posibilidades, tales como MORA, OMAR, RAMO, TERE,  en  este caso concreto, no las hay para el palíndromo, que sólo tiene un camino, lo cual no tiene porqué ser excluyente de su carácter lúdico. Pero, tomando el mismo ejemplo que utiliza Xavi para reforzar su argumento, voy a tratar de rebatírselo: A partir del adjetivo EFÍMERO, obtenemos el anagrama EMIR FEO; añadiéndole una LL obtenemos el palíndromo LLORÉ MI FE, pero también se puede seguir jugando y vemos que añadiendo una D y seccionando la palabra de un modo distinto, encontramos: EFÍMERO DO RE MI, FE.
El juego comienza desde el momento mismo en que decidimos crear un palíndromo (idea inicial), pasando por la fase de construcción (fase creativa) donde jugamos a buscar la simetría con las palabras, eligiéndolas, girándolas, haciéndolas encajar como piezas en un puzle simétrico y que una vez terminado llamaremos palíndromo, siendo éste el  juego y  al mismo tiempo, el resultado.

MJ: (20-02-09)
Dicen que rectificar es de sabios, pero nada me gustaría más que poseer tanta sabiduría como para no tener que rectificar; sin embargo, debo hacerlo.
Esta mañana, al releer mi última aportación de ayer noche, se me ha hecho la luz, precisamente con el ejemplo del puzle que yo misma utilicé para mantener mi opinión sobre que el palíndromo es juego y es resultado a la vez.
Me he dado cuenta de que un puzle es un juego mientras lo estamos resolviendo, y que una vez acabado es sólo una imagen, el juego se terminó. Del mismo modo que el palíndromo es un juego mientras lo estamos creando, pero deja de serlo cuando lo hemos conseguido rematar. Ahora lo veo claro. El palíndromo  NO es un juego de palabras que da como resultado un texto simétrico, sino que el palíndromo es el resultado u objetivo de este juego de palabras.
Os pido disculpas por mi obstinación en defender una conclusión que estaba basada en premisas falsas.
Por supuesto queda retirada mi propuesta de definición de palíndromo y me adhiero a la opinión de la mayoría.

Ignacio de Jesús: (20-02-09)
Me uno a la felicitación  a Juan Pablo por su clara exposición de cada uno de los temas. Sobre la palindromía como género (se define en el Medical Dictionary a la palabra palindromía- aún se usa el término pero sin acento-, como una recaída o repetición de una enfermedad), estoy de acuerdo en que así como poema no es el género sino la poesía; se defina a la palindromía como género y no al palíndromo. Entiendo que la poesía entra en cada uno de los géneros literarios: existe la poesía épica, lírica y dramática, y es un género literario en sí mismo como el palíndromo. Si estoy en un error, por favor corríjanme. Sobre la finitud de la palindromía  pienso como Carlos, Xavi y Juan Pablo que es infinita. La limitación de éste arte, no es un argumento válido para afirmar lo contrario. En el ajedrez cada pieza tiene limitados movimientos en tan solo 64 escaques y las combinaciones son infinitas. El carácter lúdico del palíndromo lo ejemplifica extraordinariamente bien Mª José. Nosotros, al igual que el poeta, no hacemos otra cosa que jugar con las palabras. Lo lúdico no necesariamente va unido a la hilaridad  como piensan Sylvia y Eladi. De acuerdo con los planteamientos de Pere.

Salvador Jover: (21-02-2009)
Me incorporo a este animado debate con cierto retraso, por circunstancias ajenas, y no quiero dejar pasar ni un día más para aportar mi granito de arena.
Quiero hacer un poco de abogado del diablo, y me uno al grupo de los que admiran la definición inicial. La RAE para mí merece mi admiración, y para corregirla, tiene que haber unas razones muy poderosas que no sé si en este terreno existen. Me fascina la sencillez de la definición, y pienso que es más importante y satisfactorio desmenuzar el mundo que rodea al palíndromo, que modificar sustancialmente su actual definición.
Felicito a todos los participantes por sus análisis y opiniones, especialmente a Xavi, como coordinador y notario del debate. Apoyo la idea de Sylvia haciendo hincapié en que el palíndromo tiene un componente de arte lúdico innegable. Lo de meter el concepto de texto literario, no termino de verlo claro, pues de por sí el término "frase" ya conlleva concepto literario, y por tanto va implícito en la definición inicial.
Si queremos ser formales, propongo ampliar la definición inicial de la RAE, añadiendo lo que propone Ignacio de Jesús, y matizando la razón de su existencia:

Palabra o frase que se lee igual de izquierda a derecha, que de derecha a izquierda, sin tomar en cuenta puntuación, signos ortográficos ni la separación de las palabras y a la que se le reconoce un carácter lúdico-lingüístico.

Reconozco que es un poco largo pero matiza de un golpe todo lo que venimos hablando desde el principio del debate.
Sí me parece buena idea buscar derivados (palindrómico, palindromista, palindromear...) que enriquezcan y faciliten nuestro lenguaje.
Antes de abandonar mi participación quiero hacer la observación de que el arte de crear palíndromos, nos permite ser más flexibles en la vida, y nos ayuda a encontrar soluciones que otros no ven, porque nuestra mente está ejercitada en ver las cosas en ambos sentidos: el lógico (de izquierda a derecha) y el oculto (de derecha a izquierda). Es muy sano intentar ver siempre los problemas desde varios puntos de vista.
Por eso animo a todos los colegas del debate, a difundir esta hermosa afición.
Cuando encontramos un palíndromo bello y perfecto, nos sentimos muy bien, porque la simetría es hermana de la armonía, el equilibrio, el orden y la belleza. Está muy emparentada con las matemáticas como dice Josep Mª Albaigès, y también con la música.



Sylvia Tichauer: (21-02-09)
 Me remito a la primera intervención de Mª José cuando dice: "Antes de emprender la búsqueda de una definición más literaria para el palíndromo, digna de ser aceptada por la RAE y recogida posteriormente en el DRAE, sería conveniente que nosotros, los socios del CPI estuviéramos convencidos de la necesidad de encontrarla".
Personalmente yo aún no estoy plenamente CONVENCIDA de la NECESIDAD de encontrar una nueva definición.
Ahora me remito a algo que dijo Jesús en su intervención, y que me parece muy explícito:
"Si tan difícil es definir literatura y poesía, como no va a serlo definir el palíndromo como texto literario".
Y más adelante dice:
"Veo muy complejo el hecho de llegar a conclusiones".
Comparto con Jesús esta idea de la complejidad de llegar a conclusiones.
Más adelante, en otra intervención dice:
"¿No será cualquier definición cualitativa una constricción? ¿Es necesario definir el palíndromo más allá de lo que "físicamente" es? "
Más adelante se pregunta:
"¿Es necesario redefinir al palíndromo?"
Y en sus conclusiones, la última conclusión me parece excelente:
"La mejor manera de "definirlo" es haciéndolo, cada uno a su manera, en frases sueltas, en frases contextuadas, en aforismos, en mini-narraciones, en narraciones, en poemas, etc."
Así que vamos a la obra: ¡hagamos palíndromos!....y "cada  uno a su manera".
 Saludos y hasta pronto.

Antoni LLull: (21-02-09)
Con referencia a la opinión de Carlos López, deseo puntualizar que el palindromista sí tiene una responsabilidad literaria: la de presentar un texto que sea gramaticalmente correcto. En esto, además de a las normas generales está supeditado a la ortografía, siempre convencional, y que puede cambiar en el transcurso de los años. Algunos palíndromos en español que actualmente son correctos, en este aspecto, no lo hubieran sido hace cien o doscientos años, cuando muchas palabras que ahora se escriben con J se escribían con G o con X, o las que se escribían con V y ahora con B. Y muchos que son correctos en catalán, por el mismo motivo no lo hubieran sido a principios del siglo pasado.
     Respecto al palindromista, digamos que puede ser un artista, o por lo menos una persona que en grado mayor o menor tiene la habilidad o domina el arte de hacer buenos palíndromos, pero éstos pueden ser muy buenos y no ser necesariamente artísticos, ni contener ningún mensaje, ni  tener un valor literario. Ya he dicho en otras ocasiones que el autor puede escoger la palabra inicial, y por lo tanto saber cómo va a empezarlo, pero nunca sabe, en principio, como va a terminarlo. Depende de las palabras que le vengan a la memoria o encuentre en un diccionario que le permitan hacerlo avanzar. Si son varias las posibles, podrá tener la libertad de escoger entre ellas, pero en muchos casos no se le presenta más que una, y por lo tanto no tiene opción. Si se trata de un palíndromo de cierta extensión, en algún momento se hallará con este problema. ¿Donde está, pues, la libertad del autor? El palíndromo es obra de un jugador, más o menos bueno, y del azar.
     Resumiendo: el palindromista ha de tener cierto arte para hacer palíndromos, pero éstos no necesariamente resultan artísticos. Su principal mérito será que teniendo una cierta longitud conserven una apariencia de normalidad sintáctica y constituyan una frase u oración con una cierta gracia, cosa que no creo que baste para darles la consideración de "texto literario". Raramente, algunos pueden merecerla, sin duda, pero serán la excepción, uno entre centenares, o miles. También puede ocurrir que casualmente un palíndromo pueda constituir un mensaje apropiado para una ocasión determinada, como el catalán "a l'atac, català" (=al ataque, catalán) pero es prácticamente imposible preparar un mensaje sobre una idea predeterminada y formularlo como palíndromo.

Carlos López: (22-02-09)
palindromanía s. Afición por los palíndromos.
palindromear v. Hacer palíndromos.
palindromía s. lit. Género literario que consiste en hacer construcciones palindrómicas.
palindrómico -a adj. Relacionado con los palíndromos.
palindromista s.m. y f. Persona que hace palíndromos.
palíndromo s.m. lit. Composición literaria que se lee igual de izquierda a derecha que de derecha a izquierda con el mismo significado. sin. palindroma, verso sotádico. fam. palindromear.

Sylvia Tichauer: (22-02-09)
Con respecto a lo que señaló Juan Pablo en una de sus interesantes intervenciones,  habló de tres aspectos a considerar:
1) Redefinir la actual acepción del palíndromo propuesta por la RAE.
2) Remarcar el carácter literario.
3) Remarcar el carácter lúdico.

Con respecto a redefinir la actual acepción del palíndromo propuesta por la RAE, en mi última intervención ya expuse que no estoy plenamente convencida de la NECESIDAD de encontrar una nueva acepción.
Con respecto a remarcar el carácter literario, no diré nada puesto que estoy de acuerdo con Enrique de que el autor de palíndromos es autor de palíndromos y no de otra cosa.
Esto no significa menoscabar al palíndromo. El palíndromo es lo que es, y nadie mejor que nosotros, que lo disfrutamos, leyéndolos o componiéndolos, podemos admirar al palindromista que ha escrito un palíndromo y gozar con el resultado. El placer íntimo, la satisfacción de crear un palíndromo es un goce muy especial para los que amamos esta actividad.
Y con respecto a remarcar el carácter lúdico, creo que todos estamos de acuerdo que la actividad palindrómica es lúdica, pues estamos jugando "seriamente" con las palabras.
Nadie tiene duda de ello, así que no veo necesario remarcar más ese carácter, aunque yo lo mencioné en mi "tentativa" de definición: como recurso, herramienta o artificio de tipo lúdico.
Acabo de leer la intervención de Salvador y me encantó cuando dice:
"El arte de crear palíndromos nos permite ser más flexibles en la vida, y nos ayuda a encontrar soluciones que otros no ven, porque nuestra mente está ejercitada en ver las cosas    en ambos sentidos: el lógico (de izquierda a derecha) y el oculto (de derecha a izquierda). Es muy sano intentar ver siempre los problemas desde varios puntos de vista".
Estoy de acuerdo y le felicito por tan SANA observación.
Un saludo para todos.

Juan Pablo Sáez Gil: (24-02-09)
Excelente y muy preciso aporte de Carlos López. Tan solo que la definición de palíndromo creo que es excluyente, ya que, de esta manera, anilina, Neuquén y Menem dejan de ser palíndromos, pues no son composiciones literarias (en este sentido, me parece aún necesaria una primera acepción general como la propuesta por Xavi). Fuera de ello, me parece que tiene muchísima consistencia y fuerza, acercándose, para mí, a lo definitivo. Conservo mis reservas respecto a “género” (inclinándome más por arte, disciplina, actividad, etc.), pero me agrada, de cualquier manera, y lo percibo muy convincente. Además, teniendo en cuenta la similitud en los contenidos, la característica forma de expresión y el distintivo estilo que se evidencia en los palíndromos largos, sí lo podría llegar a entender como “género” (e incluso, quizá, como “movimiento literario”, justificándose las incoherencias, de este modo, en base a las particularidades del estilo, como el dadaísmo, el surrealismo o la psicodelia). Debo mencionar que me agradaba también lo del “valor artístico” en la definición de Carlos López, también mencionado en la de Eladi Erill.
Visto que Mª José Abia retira su propuesta, y debido a que Sylvia Tichauer, una de quienes me convenció del innegable carácter lúdico del palíndromo, sostiene que no es necesario remarcar dicho carácter por estar ya implícito, adhiero a su opinión, considerando que no es “imprescindible” mencionarlo. De cualquier manera me parecería “conveniente”, a fin de familiarizarlo de algún modo con los anagramas, lipogramas, acrósticos, acrónimos y todo el conjunto de aficiones englobados comúnmente como “juegos de palabras” o más precisamente, ludolinguística (concepto que, por cierto, también sufre la inexistencia oficial). Aunque, en caso de optar por las propuestas de Carlos López, posiblemente puede considerarse implícito el carácter lúdico en la propuesta de “palindromanía”.
Muy interesante el comentario de Salvador Jover, remarcado por Sylvia Tichauer, sobre la ejercitación del pensamiento lateral que nos ofrece el palíndromo y la salud que nos aporta a la vida.
Por último, un dato interesante: en la página de la RAE mencionan que en 2007 se incorporaron 4.618 modificaciones aprobadas entre 2004 y 2006, y se anuncia la 23º edición del diccionario. (Recomiendo leer dicha información.). Esto me pareció muy motivador para demandar todas modificaciones e incorporaciones necesarias, sin recelo alguno. Las comisión correspondiente decidirá “cómo” definir (como ya anticipó Pere), pero tenemos sobrado derecho a exigir “que se lo haga”.


xavi torres: (24-02-09)
Vista la extensión de este debate, quiero excusarme por no haber presentado antes un resumen de lo aquí hablado, puesto que cada vez es más difícil seguir el hilo de las intervenciones. En las siguientes líneas intento hacerlo (destacando en negrita todo aquello en lo que, personalmente, estoy de acuerdo). Si olvido alguna cosa importante, no dudéis en hacérmelo saber, gracias:



LA NECESIDAD DE UNA NUEVA DEFINICIÓN DE PALÍNDROMO
Es complejo mencionar a todos aquellos que creemos que habría que cambiar la definición de este término, al menos en el DRAE, pero creo que
1.       la mayoría de los participantes en este debate nos inclinamos por el cambio, lo vemos necesario. Unos (casi todos) por la inexactitud de la actual definición y otros porque, además de subsanar esa inexactitud, ven necesario incluir subdefiniciones, o bien una segunda acepción en la que se deje claro que la palabra “palíndromo” se refiere, también, a un texto literario de estructura simétrica.
2.      Entre los que no ven del todo necesario hacer nada con esa definición, que seguramente son muchos más que los que aquí lo han dicho, algunas de las razones esgrimidas apuntan a qué no hay un motivo claro para hacerlo y otras a que deberíamos dejar de darle vueltas a la palabra en cuestión y dedicarnos simplemente a componer palíndromos.

EL PALÍNDROMO COMO TEXTO LITERARIO
3.      Muchos de nosotros piensan que el palíndromo es, ante todo, un juego de palabras que en algunas ocasiones puede ser un texto literario.
4.      Se ha hablado también de que el palíndromo no es literatura porque está es infinita y no lo es la palindromía. Aunque creo que ha quedado bastante demostrado que esto no es así, puesto que se pueden construir, al menos en potencia, textos tan largos como se quiera, también en forma de palíndromo, aunque contemos con menos vocablos para hacerlo.
5.      Creo que todos estamos de acuerdo en que el palíndromo es literatura cuando se trata de un relato, verso, drama, composición, libro, etc.
6.      Otros opinamos (no sé si yo solo) que un palíndromo claro y coherente en su contenido es SIEMPRE un texto literario; la simetría de la disposición de sus letras basta para elevarlo a la categoría de arte. También hay quien afirma que cualquier frase ya es literatura.
7.      Algunos piensan que el palíndromo es un género literario equiparable a la poesía, la narrativa o el arte dramático. Traída por este tema, entra en juego el vocablo “palindromía”.

EL PAPEL DEL PALINDROMISTA EN SU OBRA
8.      Ciertas intervenciones han comentado que sólo en raras ocasiones el autor de un palíndromo llega a decir lo que quiere. Normalmente, el contenido del mensaje viene dado, en gran parte, por las palabras o temas que ha escogido, pero es muy difícil trasladar al palíndromo la voluntad real de comunicar algo concreto, y más lo es hacerlo sin que aparezcan elementos extraños en él. En cualquier caso, siempre se puede el autor plantear un tema, o una palabra, y escoger lo menos alejado de su motivación personal para, así, lograr cerrar su composición.
9.      Otra opinión tiene quien afirma que no hay responsabilidad literaria en el acto de componer un palíndromo.


EL PALÍNDROMO COMO JUEGO DE PALABRAS
10.  Mientras que unos pocos de nosotros se reafirman en que el palíndromo es un juego de palabras,
11.  otros, la mayoría, concluimos que el juego de palabras es la tarea de composición del palíndromo, la palindromía, pero no el texto resultante. El palíndromo no es juego, es texto simétrico.

LA PALINDROMÍA COMO GÉNERO LITERARIO
12.  No faltan tampoco aseveraciones que digan que la Palindromía es un género literario, al mismo nivel que la poesía, la narrativa o la dramaturgia. Entre otras cosas, se ha comentado que el palíndromo goza de un estilo y forma de expresión  que son peculiares y distintivos.
13.  Otros opinan que la palindromía no es un género sino un arte, puesto que se diferencia de los géneros ya existentes en que éstos basan su categoría en el contenido de sus obras mientras que la palindromía sólo se caracteriza por la disposición simétrica de sus textos.

LAS DEFINICIONES PROPUESTAS
Aquí van las definiciones sugeridas vigentes en este debate:

Palíndromo: `
Palabra o frase que se lee igual de izquierda a derecha, que de derecha a izquierda.

Palíndromo
1. Palabra o grupo de palabras cuyas letras se repiten en el mismo orden cuando son leídas en la dirección inversa.
2. Texto literario palindrómico.
(El término “palindrómico/a” debería ser incluido en el diccionario a la vez que se corrija la actual def. de ”palíndromo”)

Palíndromo:
Palabra o texto cuyas letras aparecen en el mismo orden tanto si es leído normalmente como en la dirección inversa, sin diferenciar las mayúsculas de las minúsculas ni tener en cuenta acentuación, signos gráficos complementarios ni espaciado.
Palíndromo perfecto: El que se compone de una sola palabra o varias y en el que letras, signos y espacios aparecen en el mismo orden tanto si es leído de izquierda a derecha como en dirección inversa.

Palíndromo:
Recurso, herramienta, o artificio de tipo lúdico, que puede ser parte de la narrativa, de la poesía, de un relato, de un texto literario, de algún artículo y que sea de estructura simétrica, o sea, las letras se repiten en el mismo orden cuando es leído en la dirección inversa, sin tomar en cuenta puntuación, signos ortográficos ni la separación de las palabras.

Palíndromo: Composición palindrómica, tanto en prosa como en verso.

Palíndromo:
Palabra o frase que puede constituir un texto literario cuyas letras se repiten en el mismo orden cuando es leído en la dirección inversa.

Palíndromo:
Palabra o frase que se lee igual de izquierda a derecha, que de derecha a izquierda, sin tomar en cuenta puntuación, signos ortográficos ni la separación de las palabras y a la que se le reconoce un carácter lúdico-lingüístico.

Palíndromo:
s.m. lit. Composición literaria que se lee igual de izquierda a derecha que de derecha a izquierda con el mismo significado.  sin. palindroma, verso sotádico.  fam. palindromear. palindromanía s. Afición por los palíndromos.

Otras consideraciones al respecto:
·         …Llegado a este punto, os aseguro que ya ni me reafirmo en mi propia definición ni me atrevo a dar por definitiva ninguna otra, a pesar de que en todas hay algo bueno o muy bueno.

·         …deberíamos dejar de lado tanto la poesía, como la literatura y todos los géneros que creáis convenientes…, y centrarnos en una explicación original para nuestro estimado vocablo.

·         …se debería tratar de consensuar el concepto general a transmitir (su naturaleza, su carácter, sus límites, su campo de acción, etc.) y la estructura de la definición (una acepción, dos acepciones, subdefiniciones, etc.). Esto facilitaría el consenso, quedando en segundo lugar, por el momento, la redacción textual de la definición.

Otros términos propuestos para su definición:
Carlos López
palindromear v. Hacer palíndromos.
palindrómico -a adj. Relacionado con los palíndromos.
palindromista s.m. y f. Persona que hace palíndromos.
palindromía s. lit. Género literario que consiste en hacer construcciones palindrómicas.

Eladi Erill
palindromía Género literario, de forma y contenido variables, cuyo valor artístico se determina cuando al leerlo de derecha a izquierda dan el mismo significado a la obra.


Gracias a todos los que participáis o seguís el debate.

Salvador Jover: (25-2-09)
Xavi, estás hecho un hacha. Lo difícil que es sintetizar un debate tan abierto, y has logrado esquematizar las principales líneas.
Estás facilitando la posibilidad de llegar a Torredembarra con un buen camino recorrido, que puede conducirnos a una meta consensuada.
Me propongo pensar en todos los puntos.
De momento solo añado que podemos retomar como apéndice a la definición que se está gestando, lo del palíndromo natural (el que está formado por una o dos palabras, y menos de diez letras) y el palíndromo elaborado, que es el resto, y que suele conllevar un esfuerzo creativo, digno de ser firmado.
Insisto en mi felicitación por tu acertada labor, que estoy seguro comparten el resto de participantes.

Carlos López: (27-02-09)
palindromanía s. Afición por los palíndromos.
palindromear v. Arte de hacer palíndromos.
palindromía s. lit. Género literario que consiste en hacer construcciones palindrómicas.
palindrómico -a adj. Relacionado con los palíndromos.
palindromista s.m. y f. Persona que hace palíndromos.
palíndromo s.m. lit. Composición literaria que se lee igual de izquierda a derecha que de derecha a izquierda con el mismo significado. sin. palindroma, verso sotádico. fam. palindromear.
palindromofóbico -a  s. Persona que siente aversión por los palíndromos.
palindromólogo -a s. Persona que estudia la palindromía.

Eladi Erill: (28-02-09)
Tras días sin poder leeros, agradezco a Xavi el esfuerzo en la síntesis.
Insisto, como hice al principio de este debate, en que para definir palíndromo debemos antes definir palindromía, y esta ni siquiera existe en la DRAE. Palíndromo es poco concluyente, sola, sin derivados, nada, sólo del griego " volver hacia atrás", esa carrera en círculo (hipódromo, canódromo). Es una isla en un mar.  Palindromía abre más puertas, igual que un verso solo, no es poesía, es una frase.
Abre más puertas por el mero hecho de que, como no existe, no hay que criticar o intentar cambiar la definición de la DRAE, hay que crearla.     
Un comentario al amigo Antoni LLull, creo que la mayoría de palíndromos requieren recular si ves llegar el callejón sin salida. Debo enfrentarme al palíndromo con más posibilidades que él, y una retirada a tiempo vuelve a darte margen de autoridad para con la obra. Todos tenemos palíndromos " en boxes" retomándolos cuando nos sale la melodía.

Abrazos a todos, esto sigue muy interesante.  

Sylvia Tichauer: (3-03-09)
 Releyendo las definiciones del palíndromo, consideré la mía poco acertada, así que la modifico a ésta:
Palíndromo: palabra o frase de estructura simétrica donde las letras se repiten en el mismo orden cuando es leído en la dirección inversa, sin tomar en cuenta puntuación, signos ortográficos ni la separación de las palabras. Los palíndromos silábicos se leen sílaba por sílaba y los de palabras, palabra por palabra. El palíndromo es un recurso de tipo lúdico, resultado de la actividad palindrómica, que es un juego de palabras.
Si en caso esta "tentativa de definición" no es tampoco acertada por ser muy larga, o muy corta, o le sobra algo, o le falta algo o es poco abarcativa o lo que sea, entonces me retiro y me adhiero a Salvador que dijo respetar la RAE porque le "fascina la sencillez de la definición".
Y también me adhiero a la  opinión de Jesús LLadó, cuando en una de sus excelentes intervenciones se pregunta si es necesario redefinir al palíndromo.
Total, los que nos dedicamos a la palindromía ya sabemos de qué se trata. Y del resto de los mortales pueden haber muchos palindromistas que no son socios del CPI, pero saben qué es un palíndromo Hay gente que no sabe lo que es un palíndromo y tampoco le interesa saberlo y todavía hay gente que se burla de esta actividad, considerándola una pérdida de tiempo y una total inutilidad, sin considerar que este aspecto de inutilidad le da uno de sus mayores atractivos y encantos.
En fin, como bien dijo Einstein, "todo es relativo".

Cordiales saludos a todos y hasta pronto en Torredembarra.

Pere: (05-03-09)
No faltan entre nosotros verdaderos academicistas. Es muy de agradecer y al mismo tiempo algo con lo que hemos de tener cuidado. Me parece genial definir a palíndromo y sus derivados con sustantivos, adjetivos y hasta verbos (reconozco que Palindromear, es un término que no he usado nunca, todo y las connotaciones humorísticas de sus tiempos verbales). Las definiciones que nos ofrece Carlos López son concisas, precisas y por supuesto muy válidas. Estoy, por otro lado, seguro de que la Academia de la Lengua estará dispuesta a definir e incluir aquellas palabras que tengan un uso más o menos habitual, aunque sea en el lenguaje propio de l@s palindromistas.
Pienso que una definición tampoco tiene porqué ser un castigo, una condición o llevar implícitas algunas exclusiones, como es imposible incluir en ella un resumen de lo que pensamos cada uno de nosotros. La definición del diccionario ha de servir a todo el mundo y ha de orientar a aquellos que, como dice Sylvia, ahora mismo no saben qué es un palíndromo. Por lo tanto, precisión e información es lo que ha de aportar cualquier consulta al mejor libro de cuantos se escriben.
Cuando vengo a decir que definamos al palíndromo como texto literario de disposición simétrica, -y voy a defender esta definición por primera vez, ahora que el debate ya cuenta con múltiples y variadas definiciones-, lo que pretendo es hacer ver a mis colegas y a aquellos que no han oído nunca hablar del tema, que el Palíndromo forma parte de la literatura, sea como juego de palabras, sea como actividad de escritor, de compositor, de creador, etc. Es, si queremos, un juego literario, un entretenimiento lúdico e inútil, pero al cabo, no es otra cosa que un texto literario. Con eso soporto el peso de la primera parte de mi definición. Disposición simétrica: es la que ha de tener ese texto, se trate de palíndromos letra a letra, sílaba a sílaba, palabra a palabra, signo a signo… En algunas de las definiciones anteriores para nada se tiene en cuenta esto. ¿Acaso los miles de palíndromos silábicos de Alfons Saumell, de Gabriel Brusi o de Sylvia Tichauer, o los míos propios, compuestos con alfabeto Morse, lenguajes criptográficos o jeroglíficos, no son palíndromos también? Voy algo más allá: ¿Si componemos un soneto a base de una combinación de palíndromos al uso y silábicos, siempre manteniendo las simetrías, estamos en otro lugar que no sea la Palindromía? El decir disposición simétrica nos da muchas posibilidades de composición. Por favor, no pensemos que ya hemos visto todo lo que se puede hacer en la Palindromía; estamos en la edad de la piedra palindrómica, y creo que es mejor construir una definición que esté abierta a dejar gran espacio a los creadores que vendrán en el futuro y que nos sorprenderán con nuevas formas de literatura palindrómica. Palíndromo: texto literario de disposición simétrica.

Antoni LLull: (11-03-09)
Carlos dice que verso sotádico es sinónimo de palíndromo. "Sotádico". No sé, pero "verso" yo diría que no, y si es sotádico, cocí datos, seis, por lo menos. En relación con lo que dicen Salvador y Sylvia, estoy de acuerdo en que "es muy sano intentar ver siempre los problemas desde varios puntos de vista", pero es abusivo considerar "lógico" solamente el sentido de escritura de izquierda a derecha, cuando en muchas lenguas del mundo, la principal de ellas el árabe, el sentido normal de escritura es el de derecha a izquierda. Y si es tan sano el palíndromo, tendremos razón si aplicamos al mismo el que compuse hace más de treinta años,  que dice, en catalán, per tu la salut rep, 'por ti recibe la salud'.

Un cordial saludo.

Ignacio de Jesús: (12-03-09)
Apoyo las definiciones de Carlos López. A palindromanía le agregaría la palabra desmedida. La de palíndromo solo como segunda acepción (literario). La de palindromofóbico me parece más acertada que el neologismo difundido en Verbalia.
A estas alturas cada uno a puesto su bandera en su torre sin dar tregua, Sylvia y Pere los más firmes en este sentido. Para hacer a un lado las divergencias (medio en broma, medio en serio), que les parece si mejor optamos por dar una definición metafórica. Pueden proponer alguna(s) o escoger una de las siguientes:

A-    Arte que corre cuando atrasa. (Parafraseando a Sabina)
B-    Arte donde el volver es siempre un adelante. (Parafraseando a García, Benítez, Marzal)
C-    Frase o palabra contra la oda a la ceniza.
D-    Reflejo de escombros y resurrecciones.
E-     Relectura de lo no escrito.

Me arriesgo a que me reciten el siguiente poemínimo (Consejo 1) de Efraín Huerta: A palabras necias la silenciosa sangrante santa oreja de Van Gogh.

Para darle ánimos a nuestro moderador va un palíndromo:

SÉ TROPA-   SE VEREDA, MOTIVA XAVI. TOMA DE REVÉS APORTES.

xavi torres: (13-03-09)
Leídas las últimas aportaciones, quiero agradecerle a Ignacio de Jesús su palíndromo dedicado y, viendo que no acabamos de llegar a un acuerdo sobre ni una sola de las definiciones dadas, me pregunto ¿qué será mejor, centrarnos en la objetividad y tratar de llegar a una definición universal que englobe a todos los palíndromos posibles o dejar el diccionario como está y cada uno definirlos a su manera personal, si es que hay que hacerlo? ¿Tiene algún sentido tratar de llegar a un consenso o es acaso este empeño una absurda tarea?

Yo sigo creyendo que es importante y posible mejorar la definiciones existentes en la mayoría de los principales diccionarios, que para ello basta con apartar de nuestras mentes todo lo que sabemos del palíndromo, pensar en él como si fuese la primera vez que lo viéramos escrito y averiguar qué diríamos de ese hecho lingüístico si tuviésemos que describírselo a alguien que no supiese nada acerca de él. Si hacemos ese esfuerzo, despojados al máximo de nuestra subjetividad, nos veremos de pronto ante un grupo de letras en línea, a menudo segmentado en varios subgrupos o palabras, que rara vez es simétrico (sólo lo son aquellos palíndromos tipo AVIVA) y que siempre conserva el orden de sus letras, tanto si empezamos a mirarlo desde un extremo como si lo hacemos desde el contrario. Creo que no hay más, para mí ésa sería la única base para llegar a una definición real y universal de lo que es un palíndromo, ninguno escaparía a esa definición.
Nos pide Pere que, por favor, no pensemos que ya hemos visto todo lo que se puede hacer en la Palindromía, pero es que lo que pensemos o dejemos de pensar a ese respecto no es el objeto de este debate. Aquí, de lo que se trata, creo yo, es de definir la célula a partir de la cual se conforma el cuerpo de la palindromía, o sea, el palíndromo. Podríamos encontrar una definición en la que también tuvieran cabida todas sus variantes, los palíndromos silábicos, por palabras, por frases, por textos, todos sus paralelismos con los palíndromos numéricos, jeroglíficos, visuales, etc., y todas las posibles combinaciones habidas y por haber. Es posible que consiguiéramos esa definición, quizá bastaría con cambiar la palabra “letras” por “unidades”, pero personalmente prefiero ceñirme ahora al palíndromo que toma la letra como unidad, que estimo el genuino.

Una vez tengamos esa sencilla definición global, nos encontraremos con que hay dos grandes grupos dentro de ella.
El primer grupo lo formarían los palíndromos que se reducen a una palabra y todos aquellos que no dicen nada coherente, los sin-sentido; ahí estarían todos los grupos de letras dispuestos en forma palindrómica que carecen de un mensaje claro, incluso de significado, o de un mínimo de unidad en su contenido.
El segundo grupo sería el resto de ellos, o sea todos aquellos palíndromos de más de una palabra que contienen un mensaje, por insignificante que sea, y que, voluntariamente o no, han sido formados haciendo buen uso del lenguaje. Esos serían los palíndromos entendidos como textos literarios, los que hacen que algunos estemos aquí tratando de hallar su esencia, y la diferencia entre este grupo y el anteriormente citado es tan grande que, para ser justos y no catalogarlos por igual, nos veremos en la necesidad de darle esa segunda acepción al término “palíndromo”, separándolo de esa primera definición en la que cabe cualquier grupo de letras de ida y vuelta.

Si este razonamiento no es claro o tiene fisuras, os agradeceré que me lo hagáis entender, pues tengo la sensación de que no hago más que repetirme.
Un saludo y gracias de nuevo.

Carlos López: (13-III-09)
palindromanía s. Pasión por los palíndromos.
palindromear v. Arte de hacer palíndromos.
palindromía s. lit. Género literario que consiste en hacer construcciones palindrómicas.
palindrómico -a adj. Relacionado con los palíndromos.
palindromista s.m. y f. Persona que hace palíndromos.
palíndromo s.m. lit. Composición cuyo valor artístico se encuentra al leer igual de izquierda a derecha que de derecha a izquierda con el mismo significado. sin. palindroma, verso sotádico. fam. palindromear.
palindromofóbico -a s. Persona que siente aversión por los palíndromos.
palindromólogo -a s. Persona que estudia la palindromía.

Markos Gimeno: (15-03-09)
Hola a todos y perdón por haber estado mudo todo este tiempo, hasta hoy no me he puesto a leer vuestras aportaciones.
Como he dicho en el otro debate, no publico todo lo que produzco, hay un filtro, y ese filtro mide la calidad artística, y ahí se incluye lo literario.
No sé si todo palíndromo es literatura, tampoco me interesa perder el tiempo en ese debate. El hecho es que hay autores que van más allá del puro juego de palabras, que hacen literatura y arte con los palíndromos. El DRAE va siempre por detrás de la sociedad, lo dicen ellos, así que cuando haya una producción considerable (hablo de calidad), o nuevos campos sembrados de palindromía, ya llegará la academia y lo reconocerá, pero el trabajo es principalmente nuestro, trabajar, explorar, producir, sembrar, crear, y el reconocimiento del DRAE llegará.
Hagamos que la definición de palindromía como arte y de palíndromo como obra de arte o literaria, sea una realidad en los trabajos que publicamos. Ya vendrán los diccionarios a reconocer una realidad.
Cuando se habla de arte y de literatura a mí me viene la cuestión de la Crítica. Si esto que hacemos es arte, es literatura, y yo creo que lo es, ¿no debería existir una crítica literaria o crítica de arte también en palindromía? (Ahí está el decálogo del buen palíndromo)

Gracias por echar a andar este tipo de debates, me siento más palindromista y menos marciano.
Nos vemos en Torredembarra.

Ignacio de Jesús: (18-03-09)
Muy importante la observación que hace Xavi al mencionar que solo una mínima parte de palíndromos son simétricos fonética y visualmente. Esto desde luego que no invalida la definición que propone Pere en cuanto a la disposición simétrica. Pero en lo concerniente a texto literario entraríamos en la subjetividad.  No comparto el considerar que estamos en la edad de piedra palindrómica. La Edad de Oro de la palindromía es toda la segunda mitad del siglo XX. El hecho de que conozcamos un limitado número de palíndromos de otras épocas no significa que no se hayan producido. Si en nuestros días los críticos literarios menosprecian éstas creaciones (Emmanuel Carballo en México se expresó despectivamente llamándolos creo “juegos inocentes”, no localicé la cita pero la tengo por ahí), en el pasado debió suceder algo parecido. Faltan investigaciones como la de Pere, ahí sí estamos en la Edad de Piedra. Su ensayo El Caramelo del Sur nos muestra una veta riquísima que todo palindromísta debería explorar. 

Respecto a encontrar una definición en la que también tuvieran cabida todas sus variantes, los palíndromos silábicos, por palabras, por frases, por textos, todos sus paralelismos con los palíndromos numéricos, jeroglíficos, visuales, etc., y todas las posibles combinaciones habidas y por haber, como apunta Xavi tomando en cuenta lo expuesto por Pere, creo que solo se prestaría a confusiones y estoy de acuerdo con él cuando dice: pero personalmente prefiero ceñirme ahora al palíndromo que toma la letra como unidad, que estimo el genuino. La opinión del talentoso amigo Enrique creo que debería de tomarse en cuenta: la que mejor se ajusta a la exigencia del concepto breve y directo que manejan los diccionarios es la tercera, de Xavi Torres, sin embargo, según mi punto de vista con un sutil cambio:   Palabra o frase que puede constituir un texto literario cuyas letras se repiten en el mismo orden cuando es leído en la dirección inversa. Carlos sintetiza todas las aportaciones y se ajusta a la exigencia del concepto breve y directo que manejan los diccionarios, por lo que finalmente me quedo con su definición de palíndromo y todas las palabras relacionadas con el tema que atinadamente propone en su reciente participación (13-III-09). De acuerdo con Markos en que el trabajo es principalmente nuestro, trabajar, explorar, producir, sembrar, crear. El reconocimiento pienso, no debería distraernos. Sobre la crítica palindrómica ya han incursionado Jesús y Pere como lo puede comprobar Markos en las páginas de Semagames. Esa  es una interesante tarea que pocos tienen el valor de emprender y se les agradece. No coincido con algunos de sus juicios pero sin duda es muy enriquecedora su labor al igual que éste debate. Gracias y un cordial saludo.

Josefet Fuentes: (24-03-09)
Ignoro si aún está abierto este debate, pero atendiendo a la “recriminación” que me hizo Pere durante el congreso, por no participar, voy a pronunciarme brevemente ahora:
No es que no me interese el tema, pero me da miedo el enfoque: lo veo demasiado ambicioso para mis aptitudes, porque deberíamos hablar de lo que es poético y lo que no. Lo dicho, demasiado. 
En estos casos, creo que el método mayéutico de Sócrates es lo más adecuado: vamos a empezar por lo que sabemos y por lo que no sabemos. Vamos a inquirir en nuestras propias preguntas porque quizá ahí esté parte de las respuestas.
Pere intenta una definición del palíndromo como texto poético. Eso ya me dió que pensar, a priori, que él mismo tiene sus dudas. Buen comienzo, la duda, y en este caso, fuente de esas respuestas. La duda de Pere viene, supongo de nuestro propio origen, el de todos, como palindromistas: venimos de un hallazgo personal que nos aboca a la búsqueda, y así vamos a parar a los juegos de palabras e ingenio. ESTO NO ES POESÍA. Una vez dentro de este redil, nos damos cuenta que los palíndromos pueden aspirar a más, y resulta ocioso buscar definiciones en los diccionarios, porque siempre nos remitirán a rarezas del leguaje.
Un Palíndromo será lo que nosotros queramos que sea. No os quepa duda.
Si vamos por el camino de la rareza, de la curiosidad lingüística, es nuestro problema: vamos a ser coleccionistas de palíndromos, o a intentar hacer uno lo más largo posible...La poesía o la literatura son otra cosa. Cuando Pere percibe este hecho se da cuenta (creo) de que quizá la peor constricción del palíndromo en realidad sea que nos movemos en el ámbito de los records, los juegos y las rarezas, y hay que abrir nuevos horizontes; crecer. Así descubre la ruta natural, el camino que sigue, que en este caso desemboca en REVER. Por ahí van los tiros, hemos de crecer y dejar de ser un club de aficionados, joder!!
Cuando los poetas perciben que la constricción simétrica entraña una gran dificultad para expresar justo lo que quieren, cultivan otros campos más sencillos y además reconocidos: se inscriben en un género. El palíndromo no es un género poético porque ningún escritor famoso lo ha utilizado como medio expresivo; como mucho, Cortázar, Cabrera Infante y algún otro que lo han utilizado inteligentemente como BASE de algún relato, en el cual el palíndromo da su magia a un texto ominoso, clave de toda la narración. Ese es un camino.
Pasemos ya de mirarnos el ombligo:¿Es un texto literario, o no? ¿Debemos juzgar la tarea de los otros? ¿Nos pertenecen o no? ¿Debemos establecer los límites...?...
Vamos a explorar, vamos a crear y pasarnos información, como hacemos, pero demos un sentido a lo que hacemos. Cuando Apollinaire escribió caligramas se salía del camino trillado (exceptuando a Teócrito), pero le editaron su obra como poeta porque lo era, y nadie se preguntó por ello, y además acuñó lo de Surrealismo... ¿Qué más quieres? Los manifiestos son efímeros. El arte deambula por sí mismo. (Esto lo podría haber dicho Perec o alguien de Oulipo ¿?).
Creo, pues, que vamos por buen camino: el palíndromo evoluciona si nosotros trabajamos en ello. La cosa funciona por sí misma. Todo está bien. Ampliamos horizontes. Hacemos crecer la cosa. Tan solo estemos abiertos, seamos productivos,
pero no nos regodeemos con nuestros logros ni perdamos energías en establecer lo que está en movimiento. ¡Viva REVER! (Aunque no sé lo que es, tiene buena pinta).

Jesús LLadó: (24-03-09)
Como sabéis, hace mucho que no participo en el debate, pero hoy al leer la intervención de Josefet con interés, me ha hecho pensar cosas.
      Probablemente, al no haber seguido regularmente el debate, habrá cosas que ya se han dicho, pero ahora tengo un momento para expresarlo y aprovecho, todavía con la “resaca” del congreso.
      Hay varias opiniones de Josefet con las que coincido. Ya en el primer párrafo, cuando dice “es demasiado ambicioso para mis aptitudes, el enfoque de lo que es poético o no”. También estoy de acuerdo en que “un palíndromo será lo que nosotros queramos que sea”.
      Vamos a ver esto de la definición. Creo que ante todo hay que separar conceptos. Una cosa es la definición de algo y la otra es el uso o desarrollo que se haga de este algo. Un ejemplo simple sería una mesa, por decir algo. Todos sabemos lo que es una mesa. La podemos definir de distintas maneras pero finalmente estaremos de acuerdo en que cosa es una mesa y la definiremos como tal. Otra cosa muy distinta, es el uso que se haga de esta mesa, los modelos y la evolución que ha tenido la mesa a lo largo del tiempo. Desde una simple mesa de plástico de terraza hasta una mesa fruto de la inspiración y el arte de Gaudí o de Bauhaus, hay una gama amplísima de modelos, usos, de maneras de concebir y disfrutar de tal objeto. Por lo cual, dudo que haya que redefinir la mesa a no ser que queramos entrar en debates de física cuántica o yo que sé que rábanos fritos.
      A lo que iba. Creo que una cosa es definir y la otra el uso o desarrollo que se haga. Si no estamos de acuerdo con la definición de palíndromo que suele haber en los diccionarios, busquemos una (que probablemente ya habrá salido en el debate) pero que se limite a definir el palíndromo como lo que es, no como lo que cada uno piensa que debería ser un palíndromo. Que sea una definición objetiva, genérica, que englobe todo lo que pueda ser un palíndromo. De la misma manera que el uso que yo pueda hacer de una mesa, o lo que creo que debería ser una mesa, no es lo que define a la mesa. La mesa es la mesa, al igual que un palíndromo es un palíndromo. El hecho de que yo considere que una mesa puede ser arte, no implica que se deba definir a la mesa como “objeto artístico de cuatro patas etc, etc.......”
      Es evidente, como se ha visto claro en el congreso, que cada uno tiene su manera de enfocar los palíndromos (lo comenté a más de uno, porqué el hecho de oír los palíndromos recitados, da una idea más clara de la personalidad de cada cual, y esto me gustó muchísimo) pero la idea que tenga cada uno de los palíndromos, NO ES LO QUE DEBE DEFINIR AL PALÍNDROMO.
      Volviendo a Josefet, en el siguiente párrafo, ahí ya discrepo. No sé en qué sentido va lo de “rareza, curiosidad lingüística, coleccionismo, más largo...” ¿Rareza los palíndromos? Quizás sí, pero que yo sepa no es mala la rareza. ¿Curiosidad lingüística? Por supuesto, maravillosa y que lo siga siendo (en un supuesto mundo en que hubiera miles de palindromistas, la rareza y la curiosidad desaparecerían, cosa que no me placería nada). ¿Coleccionismo? No creo que haya ningún palindromista de nuestro entorno que se dedique simplemente a coleccionar palíndromos, sino que los elabora y acumula, pero no con ánimo de coleccionar. Y si así fuera, tampoco sería malo. Y si no den una ojeada a las compilaciones de Giné y Carbajo. ¡Cuánto les debemos! El coleccionismo bien hecho es cultura.
      Pero donde todavía discrepo más es cuando dice “hemos de crecer y dejar de ser un club de aficionados, joder!!”. Aquí, creo que el compañero se equivoca de lleno. Pero vamos a ver, joder!. La palabra aficionado ¿no viene de afición y afición a su vez no viene de afecto, o sea amor? ¿Pero es que no es el amor a las palabras y al juego lo que nos une en este club? Que yo sepa, no hay más que esto.
      Pero ¿es que si nos dedicamos desde ahora solamente a hacer poemas palindrómicos vamos a profesionalizarnos y vamos a elevar al palíndromo a la cima del arte?
      No, señoras y señores. Las cosas creo que no van por aquí. Por favor, no dejemos de ser un CLUB DE AFICIONADOS, porque creo que es lo máximo que podemos desear. ¿A qué más podemos aspirar que amar y jugar con las palabras? ¿Qué sentido tiene dejar de ser aficionado? (todos hemos tenido noticia alguna vez de los entresijos oscuros de la literatura y el arte profesionales)
      La propuesta de Pere me parece seria, loable, estimulante y sólida. Al mismo tiempo me parece ambiciosa y que va mucho más allá de lo que yo humildemente entiendo por hacer palíndromos. Pero esto no le quita ni le añade nada. Yo, como representante de Semagames acojo y acogeré entusiasmado todo aquello que salga de las manos de nuestros palindromistas y aquellos que vengan. Y si algo tengo claro es que al palíndromo no hay que dignificarlo. El palíndromo ya está altamente dignificado por lo que estamos haciendo todos. Si de esto salen magníficos poemas o narraciones palindrómicas, bienvenidos sean, los disfrutaremos y celebraremos. Pero yo, como palindromista, seguiré disfrutando y celebrando todos aquellos palíndromos que tengan un sentido, un ingenio, un humor, una intención (sobretodo), sean cortos, largos o patizambos, sean frases, poemas, etc... Me da igual, porque TODOS SON PALÍNDROMOS.
      Un palíndromo será lo que nosotros queramos que sea”. Repito, ahí sí que estoy totalmente de acuerdo. Ahí entra todo. El palíndromo corto, el largo, el poema, el relato corto, el aforismo, el refrán, la obra de teatro, el caligrama, la poesía figurativa, TODO. ¡Incluso los listados y las colecciones! Que los lea quien quiera, pero no los despreciemos, de los listados salen las perlas y forman parte del mundo del palíndromo. Nos guste, o no. Amigas y amigos, no pretendamos definir al palíndromo como lo que nos gustaría que fuese, sino como lo que es.
      Para finalizar, hacia el final de su intervención Josefet dice “demos sentido al palíndromo”. Pero por favor, ¿Es que no tenían sentido buena parte de los palíndromos que leímos y escuchamos en nuestro congreso? Seamos un poco niños, y disfrutemos del juego por el juego. Yo voy a seguir intentándolo. Gracias compañeras y compañeros.






Juan Pablo Sáez Gil: (26-03-09)
Al parecer el debate se ha reanimado con las últimas aportaciones, pero al mismo tiempo creo que ha vuelto al inicio del mismo, pues el que “un palíndromo será lo que nosotros queramos que sea” es, creo yo, una idea sobreentendida, y precisamente lo que se busca en este debate es concluir “qué queremos que sea un palíndromo”.
Obvio, esta vuelta al inicio no implica necesariamente un retroceso, ni mucho menos, pues lo que se ha planteado es una hipótesis que, a mi parecer, ha sido refutada. O sea: “el palíndromo no necesita una nueva acepción como texto literario”, ya que quienes utilizamos esta “nueva” acepción no configuramos un porcentaje significativo de la población. Ni siquiera parece ser mayoría entre los mismos palindromistas, cosa que me sorprendió mucho.
De cualquier manera creo que esta conclusión negativa (por ser contraria al postulado inicial) resulta sumamente positiva y enriquecedora. Personalmente he modificado algunas de mis ideas previas al debate y, además, se me han aclarado bastante las concepciones generales que se manejan en el mundo de la palindromía (o al menos en el CPI) en estos tiempos.
Un palíndromo siempre será lo que nosotros queramos que sea, aunque la RAE tenga una definición “errónea”, aunque una “mayoría especialista” opine diferente y aunque Dios en persona baje para dar la definición “verdadera”. Por ello, de nada servirá basar la discusión en las diferencias, sino, creo yo, debe estar orientada a las similitudes, de modo tal que la “propia concepción” adquiera más fuerza al ser respaldada por otras similares. La mayor riqueza que este debate tiene para mí, es haber coincidido con algunos otros palindromistas en mis concepciones. De este modo, mi débil grito a favor de la palindromía literaria, ahora veo que puede ser parte de un resonante coro que llegue a muchos oídos.
En cuanto a la diversidad de opiniones, creo yo que es lo más valioso que tiene el CPI. Se ha visto la multiplicidad de interpretaciones que tiene el palíndromo (tantas como palindromistas hay) y es precisamente eso lo que le da riqueza e interés a cualquier intercambio de ideas. Cada quien tomará su propio rumbo en el campo de la palindromía, y para ello no es necesario pertenecer a un grupo homogéneo y alineado (los que suelen terminar siendo “alienados”). Si hay coincidencias, una idea puede tomar fuerza. Si hay disidencia, una idea puede ampliarse o replantearse.
La diversidad y las afinidades pueden ser muy enriquecedoras, siempre que apunten al progreso y se basen en la tolerancia. De lo contrario ambas pueden degenerarse en rivalidad y competencia, respectivamente. La virtud que hallo en el CPI es el nivel de discusión en el que se maneja, donde todo aporte es puramente enriquecedor.
Sin notarlo acabé divagando sobre temas algo alejados del quid del debate. Pero creo que la conclusión central ya florece por sí sola, a pesar mío: “por ahora, dejemos las cosas como están y noa aboquemos a concepciones subjetivas”. Lo que resta, sería ordenar, aclarar y pulir los consensos y las divergencias, que, como se ha visto, fueron múltiples y diversos.
Por mi parte quedo sumamente satisfecho de la evolución del debate porque me ha aportado muchísimo. Y, de cualquier manera, la existencia o ausencia de definiciones no alterará en absoluto lo que yo venía haciendo y lo que seguiré haciendo. ¿Literatura palindrómica? Para mí, indudablemente.
Finalmente debo agradecer y felicitar a Xavi por el excelente debate y por su gran habilidad como moderador. Y también a todo el resto, pues cada aporte fue enriquecedor, interesante y ameno.

Josefet Fuentes: (26-03-09)
 Ya sabía que mi intervención levantaría alguna ampolla; pero tampoco es malo mantener vivo el debate. Gracias, Jesús, por tus aquiescencias y tus contrapuntos. Estoy de acuerdo contigo en que debemos seguir siendo aficionados. Tienes toda la razón; el sentido de mi expresión no era peyorativo, a pesar de la imprecación, que no es sino síntoma de mi deseo de progresar y buscar nuevos horizontes palindrómicos.   

Juan David Giraldo: (20-04-09)
Para aportar a la definición de palíndromo, os envío el texto introductorio de Carlos Grassa Toro a mi segundo libro de frases reversas "28 + 1 palíndromos pataphísicos" publicado por el Altíssimo Instituto de Estudios Pataphísicos de la Candelaria. Como todos los textos de Grassa, bello y sorprendente.

“¡AJÁ!
Asegurar que un palíndromo es una cadena de palabras que leídas del derecho y del revés vienen a decir lo mismo, es aceptar que el derecho y el revés existe, que hay un orden establecido al que puede oponerse algo parecido a su contrario. ¿Qué contrario, cuando el palíndromo dice lo mismo?

Liberados de la dualidad con la que se malnutren debates sobre la mejor manera de conducirse en esta estancia terrenal, podremos centrar nuestras inquisiciones en la confrontación teológica. Alas, alitas, alas.

En el epílogo por excelencia, se distribuye cartesianamente a justos e injustos, quedando los primeros a la derecha del Infinito Maestro De Ceremonias. Resulta curioso que la eternidad comparta con el código de la circulación, el poder político y la gritería cuartelera la obstinada permanencia de las posiciones de derecha e izquierda. Basta un solo palíndromo de los inscritos por el Cronista Juan David Giraldo para conocer que no vale más estar a la derecha que a la izquierda, que lo que aparentemente se sitúa en una de esas fatídicas posiciones, cambia de sentido en el posterior instante. Es más, que no hay sentido, que ya ninguna letra se sitúa a la izquierda o a la derecha de otra. Quizás ninguna realidad.

Tampoco nos dejaremos engañar por el espejismo del movimiento: los palíndromos no van y vienen. De la misma manera que no admitimos la existencia del derecho y del revés, y comprobamos que derecha izquierda pierden cualquier valor en la posibilidad de su intercambio, tenemos que descartar cualquier referencia al inicio y al final.

No, no hay partida ni llegada, mucho menos ida y vuelta; el palíndromo es una unidad sin distancia ni recorrido, un punto que se presenta de una vez en su perfección durante el acto creador.

Solo al primitivo estado en el que padece la masa de humanidad no ejercitada en tal arte cabe achacar la extendida necesidad de acercarse al palíndromo mediante la lectura lineal. Lo sabemos, estamos empezando: un día llegará en que nos los comamos de un bocado, los palíndromos. Un día abandonaremos los surcos.

Despacho de aligeramiento de dualismos.

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